Hoy encuentro que escribo a la par que empieZa el sonido a hacer eco en mi cerebro… te recuerdo… je, y necesito abraZarte entre los tormentos de mi delirio… desmentido suicidio, camino recto a mi destino… caer en el olvido, perturbado por mi incapacidad por recordar algo vivido hace a?os atr?s, siento como si mi
Introducción: * La promesa. CapÃtulo I: El BOSQUE â Ciudad Koiri * IntroduccÃon. * Ciudad Koiri. * Los ni?os crecieron. * Recordando. * Los preparativos. * Comienzos de un guerrero. * El primer combate. INTRODUCCIÃN: La promesa. Entre el espeso bosque, se distinguÃan dos siluetas de lo que parecÃan dos pequeños niños jugando, situados en
No es mucho el tiempo que necesito pensar… otra veZ vuelvo a empeZar… escribir, nada m?s… el tiempo pasa y mi vida se marcha… siento como si los parpados me pesaran… siento que al cerrar los ojos mi vida pasa… recuerda hechos, pasados… que no quiere que jam?s que se olviden… como todas esas personas
Intento comprender por qu? este mundo se empe?a en ense?arme a base de mal… a veces pienso que uno debe conocer el mal para saber que no debe hacerlo… debe saber que eso duele para no hacerselo a aquellos que nos rodean… pero, a veces, ni siquiera esto es as?… ahora, en mi Zulo, intento
1ª Parte El asesino se encontraba en una tétrica sala de interrogatorios de la cárcel de máxima seguridad de algún lugar de Japón. Su aspecto era muy penoso, su pelo sucio y grasiento, muy largo, cubriéndole la cara. Era de un gris viejo, pero era difÃcil adivinar su verdadero color, pues más bien parecÃa negro
Ante el ataque con fundamentos que he sufrido por parte de Iveth y Tato sobre una [link=http://www.misreflexiones.net/weblog.php?ucat=2&subaction=showcomments&id=1116121867#comment1117585653]reflexi?n [/link]que escrib? y que dicen que es copiada, escribo estas lineas para defenderme. JueZ: -?C?mo se declara el acusado? Mr. R: Inocente, por su puesto… Ohhh ohhh cuchicheos en la sala, ?c?mo se atreve?, ?no tiene verguenZa?, ?falsante!