Relato Largo Sin Título

Introducción:

* La promesa.

Capítulo I: El BOSQUE – Ciudad Koiri

* Introduccíon.
* Ciudad Koiri.
* Los ni?os crecieron.
* Recordando.
* Los preparativos.
* Comienzos de un guerrero.
* El primer combate.

INTRODUCCIÓN: La promesa.

Entre el espeso bosque, se distinguían dos siluetas de lo que parecían dos pequeños niños jugando, situados en un pequeño círculo sin árboles que resaltaba entre la espesura, se escuchaban sus vocecillas:

– ¡¡¡Jajajaj… a que no me coges!!! – y la niña salió corriendo entre los gigantes árboles del bosque.

– ¡¿Qué no?! Juaaa ahh ahhh… – el pequeño niño se montó de un salto en lo que parecía ser un resto de un árbol, que había sido cortado y que se encontraba en el centro del círculo, entonces señaló a la niña con el dedo y gritó – ¡Yo soy rápido como la tortuga y ágil como el perezoso! Jajajaja… – y salió corriendo tras ella sin dar importancia a lo contradictorio de sus palabras…

Sólo sus risas se escuchaban en el bosque, tan felices que parecía que el tiempo se paraba bajo sus dulces voces, inundando de felicidad y vitalidad cada rincón por el que pasaban.

En un descanso ella le dijo a él:

– ¿Cómo sabes si tus amigos serán tus amigos hasta el final? – Dijo ella mientras se sentaba a descansar apoyándose contra un gran árbol.

– Simplemente no lo sé. – le contestó él – ¿Por qué?

– ¿No tienes miedo a terminar sólo, a que se olviden de ti y afrontar la vida sin nadie a tu lado? – dijo ella agachando la cabeza, mientras a la vez cogía una varilla de madera y comenzaba a escribir algo.

“SOLEDAD”

– ¿Por qué he de tener miedo? Sólo o con alguien, tendría que seguir viviendo ¿no? – Dijo él como si eso no fuera su preocupación – Aunque no me gustaría estar solo en esta vida… – terminó mirándola.

Ella borró con la mano lo que estaba escribiendo, se levantó y le dijo:

– Prométeme algo… – parecía que iba a continuar hablando pero no lo hizo.

– ¿El qué? – dijo él mirándola a los ojos.

– Prométeme… prométeme que nunca nos separaremos… que siempre seremos amigos, pase lo que pase, prométemelo – ella se quedó mirándole esperando su respuesta.

Él sólo dijo las palabras que ella ansiaba oír:

– Te lo prometo, siempre estaremos juntos y nunca… nunca nos separaremos – mirándola a los ojos, la cogió de la mano y le dijo – ¡¡Te pillé!! ¡¡Jajajajaja!! – entonces le guiñó un ojo y salió corriendo.

Ella se quedó un poco paralizada al principio y poco a poco una sonrisa fue apareciendo en su rostro. Entonces comenzó a gritar.

– ¡¡¡Ehhhh!!!! ¡¡¡Eso no valeee!!!! ¡Ya verás cuando te coja! – y salió corriendo, con los ojos un poco aguados y gritando como una loca, a la vez que corría tras el chico a toda velocidad.

Todo parecía normal, sólo sus risas se escuchaban en todo el bosque, espiados por los animalillos, corrían velozmente entre los grandes árboles. Simplemente eran unos niños, niños que no sabían nada de lo que les esperaba, que no tenían preocupaciones y que lo único que no les dejaba dormir… era simplemente que tenían que jugar…

Lo único que ellos dos no sabían era… que de esos dos niños iba a depender el futuro de todo el mundo…

CAPÍTULO 1: EL BOSQUE – Ciudad Koiri

Introducción

Cuentan todas las historias que el bosque es el más sabio de los sabios… que dentro de él se albergan criaturas fantásticas, nunca antes vistas, y que sólo aquéllos con gran valor se atreven a adentrarse. Muchos son los ancianos que llenan a sus nietos de historias raras y fantásticas, llenas de miedos que atormentan las mentes de los pequeños para que jamás se atrevan a adentrarse solos dentro de él. El Gran Bosque Verde, como los más ancianos lo llaman, se extiende hasta el horizonte, ocupa gran parte del territorio conocido y no se sabe cuanto ocupa del territorio no conocido. Desde los cielos es un gran césped verde compuesto por inmensos árboles, centenarios y algunos milenarios, salteados por algunos pequeños círculos donde habitan las criaturas del bosque.

Existían caminos por los que se comunicaban los círculos sin árboles, aunque sólo eran transitados por las criaturas del bosque más conocidas y nobles de las que se sabía su existencia. Aunque también era bien conocido que esos caminos eran utilizados por otras muchas criaturas no tan nobles y muy peligrosas. Uno de esos círculos era mayor que todos los demás… los humanos llamaban al círculo, Ciudad de la juventud eterna, ya que en él vivían unas pequeñas criaturas que se parecían mucho a los hombres. Su nombre verdadero era Ciudad Koiri, sus habitantes eran reducidos en proporción, como si su edad fuera la de un humano de 16 años y su aspecto no envejeciera, pero sus orejas eran puntiagudas, eso era lo único que los diferenciaba de un humano adolescente… la mayoría eran delgados y sus rostros eran finos, tenían una belleza fantástica y sus cabellos parecían de seda… se hacían llamar Koiris.

Eran criaturas con muchos poderes, superiores a los humanos. Sus voces tendían a ser suaves y hablaban con serenidad, aunque siempre había excepciones; tenían un amplio conocimiento del bosque, pues jamás salían de él si no era necesario, sus manos eran ágiles y dominaban las técnicas de la lucha, aunque nunca las utilizaban si no fuera necesario, manejaban espadas, el tiro con arco y el combate cuerpo a cuerpo, pues eran muy veloces, su vista era similar a la de las águilas y vestían con ropas que los confundían con el bosque, en tonos verdes en primavera, y las cambiaban por tonos marrones y rojos en otoño… jamás vestían de blanco, ya que por alguna extraña razón la nieve nunca se acumulaba en sus tierras… Los koiris vivían en simbiosis con el bosque, estos lo protegían, y lo cuidaban de las aberraciones provocadas por los hombres, y a cambio este los alimentaba, y les daba materias primas para sus necesidades, además, cuentan las historias que los círculos eran formados por el propio bosque que se movía y les cedía un trozo de su cuerpo…

Sus casas se construían encima o dentro de los milenarios árboles cuyo diámetro albergaba a una familia entera de Koiris, a menudo, se construían pequeñas casitas en los exteriores de estos árboles milenarios huecos, aprovechando el ramaje, lo que hacía que una generación entera de Koiris pudiera albergarse bajo el cobijo del árbol milenario, ya que los hijos de la familia se iban albergando en casas externas a la casa principal dentro del árbol.

Ciudad Koiri

La Ciudad Koiri era una ciudad tranquila, y numerosa, aunque muchos de sus habitantes se pasaban el día fuera, estudiando el bosque, protegiéndolo, creando mapas y descripciones de los habitantes, animales y plantas que encontraban. Eran sabios del bosque, los mejores médicos humanos estudiaban allí, para que los Koiris les enseñaran sus conocimientos para así poder utilizarlo en beneficio para los humanos.

Los Koiris eran excelentes granjeros, pues conocían el terreno y sabían cultivarlo, tenían ganados para alimentarse y todos trabajaban en armonía, pues era una Ciudad donde todos trabajaban para todos. Los trueques eran muy corrientes, y les encantaba la música. Su música se escuchaba desde cualquier parte del bosque, dominaban los instrumentos de viento, y algunos de cuerda y percusión… eran conocidas sus fiestas, porque todo el mundo se lo pasaba bien.

Recibían la visita de humanos, aunque no se estaba permitido hospedarse dentro de la ciudad y sólo se le permitía el paso a determinadas personas, además sus productos agrícolas y alimentos eran exportados hacia fuera para vendérselos a los humanos y así conseguir cosas que les era imposible conseguir, como oro o algunos ingredientes necesarios para sus pociones o brebajes. También les fascinaba cualquier libro o historia proveniente del exterior, pues eran ávidos lectores, y sus novelas eran leídas en toda la Tierra conocida.

Al lado de la Ciudad Koiri había dos pequeños círculos muy cercanos donde en cada uno de ellos se encontraba un pequeño árbol con una pequeña casa en su copa… estos dos minúsculos círculos eran llamados Las 2 Lunas de Cuidad Koiri y estaban comunicados por un camino más ancho que los grandes caminos que unen los grandes círculos.

Los niños crecieron…

En la Luna noreste habitaba Zyanya, una koiri huérfana, sin ningún pariente, que se mudó allí, ya que no se llevaba muy bien con los habitantes de la ciudad. En la Ciudad la conocían como La Gata, salía más de noche que de día y si le preguntabas a los niños Koiri, cada cual, te contaba una historia cada vez más rebuscada y más rara. Su piel era blanca como la nieve de las montañas, de una extraordinaria belleza pero con aspecto descuidado, lo cual ocultaba su belleza, estaba a punto de alcanzar la madurez, ya que los Koiri se convierten en adultos a las edad de 16 primaveras, pero la fiesta que se hacía era acompañada por toda la familia y ella se encontraba sola. Su pelo era largo, de color dorado, de labios carnosos y rosados que contrastaban con su piel pálida, mejillas un poco rosadas y ojos grandes y azules. Ocupaba su mayor parte del tiempo en leer, decían que su casa-árbol estaba llena de libros, incluso que cuando no tenía nada que leer ella misma los escribía para poder leerlos o para ocupar su tiempo. Solía salir poco por el día, y cuando lo hacía se encontraba por los alrededores de su casa-árbol, a veces iba a un pequeño estanque de aguas cristalinas donde se bañaba… detestaba ir a la Ciudad, pues no le gustaba como la miraban, se apartaban de su camino y la trataban con frialdad, pero dentro de lo que cabía, su vida era feliz.

Muchas veces recibía la visita del habitante de la Luna sureste, el cual tenía una casita similar a la de ella y también vivía solo, aunque su situación era diferente. Tenía la misma edad que Zyanya, aparentaba ser un Koiri, pues había aprendido todas las habilidades que estos tienen, había convivido con ellos desde que era un niño, y todos sus poderes fueron quedándose como costumbres en él, era ágil como ellos, dominaba el arte de la lucha, a espada, con arco, a caballo, incluso cuerpo a cuerpo, su capacidad de lectura era muy rápida y tenía amplios conocimientos del bosque, aunque sus pensamientos contrastaban un poco con los de la Ciudad. Era una persona callada, de nombre Knil, su complexión era fuerte, un poco diferente al cuerpo estilizado de los Koiri, sus músculos se encontraban más desarrollados, su pelo era largo y de un dorado claro, que normalmente se ataba con una cola, algo mal visto por los habitantes de la Ciudad, sus manos eran delicadas, pero muy hábiles y fuertes, sus pies eran robustos y era capaz de caminar durante largo rato sin cansarse, sus ojos eran marrones, y su cara era un poco menos estilizada que la de los Koiris, en cambio, su belleza era extraordinaria, manejaba los instrumentos de viento a la perfección, y leía, no tanto, pero mucho para su edad, le encantaba salir, hacer excursiones por el bosque y toda la gente de la Ciudad lo conocía. Knil tenía una voz dulce, y nadie sabía nada sobre su pasado, los más Sabios, decían que llegó un día, como por arte de magia y fue criado como un Koiri. Todos lo querían y trataban como un Koiri, pero él sabía que no era uno de ellos, ya que sus orejas por alguna extraña razón no eran puntiagudas, lo cual era muy raro entre los Koiri, pues normalmente tal malformación venía acompañada por otras aberraciones y el Koiri no llegaba a la edad adulta.

A él nunca le había importado ser diferente, algunas personas hablaban a su espalda y lo criticaban, pero a él le daba igual. Fue criado por una de las familias más sabias de la Ciudad Koiri, y normalmente les hacía visitas, aunque el decidió mudarse a aquel círculo a una edad temprana, 14 primaveras, cuando lo normal es hacerlo cuando se alcanza la madurez. La familia que lo crió se hacia llamar Familia Iris.

Recordando

Zyanya y Knil eran amigos desde que nacieron, aunque Zyanya no tuvo la suerte que Knil de ser criada por una Familia. A Knil no le importaba lo que dijeran de él, al pasar la mayor parte de su tiempo junto a Zyanya, y como era costumbre después de levantarse y darse un pequeño baño iba a hacer una visita a Zyanya.

Knil siempre vestía de verde, y con ropas diferentes a las de la Ciudad, caminaba el corto camino hasta casa de Zyanya y salían a dar una vuelta por el bosque, siempre lo habían hecho, incluso se conocía que de pequeños jugaban como locos por entre los árboles del bosque. Antes, Zyanya vivía con sus padres, que tampoco pasaban mucho por la Ciudad, sólo cuando era estrictamente necesario. Cuando ella tenía 10 primaveras sus padres desaparecieron… parece ser que salieron del bosque y dejaron a la niña bajo la protección de la Ciudad, aunque ella no quiso nunca ayuda de nadie y rechazó cualquier tipo de ayuda o compañía y se quedó en la casita de sus padres sola, sólo permitía el paso a Knil.

Cuando Knil llego a la Luna Zyanya, llamó a esta con un grito:

– ¡¡¡Ehhhhh!!!! ¡¡Zyanyaaaa!! ¡Bajaaaaa! – y se echó sobre el árbol, justo detrás de la escalera por la que bajaría Zyanya.

Zyanya casi nunca daba tiempo a que Knil se terminara de sentar cuando bajaba, pero esta vez Zyanya no bajó. Después de esperar un buen rato, Knil decidió subir.

¿Qué le habrá pasado?, pensaba Knil mientras subía lentamente los peldaños de la escalera, mañana es nuestro cumpleaños, tal vez…

– ¿Zyanya? ¿Estás ahí?… – paró de pensar cuando golpeó con fuerza la puerta – Zyanya, soy yo Knil, abre la puerta si estás ahí… – entonces se quedo quieto en silencio por si escuchaba algún ruido o movimiento dentro de la casa.

Knil siguió golpeando la puerta, fue entonces cuando escuchó un pequeño movimiento dentro de la casa.

– ¿Zyanya? Sé que estás ahí, ¿te pasa algo? ¿Estás bien? – preguntó algo preocupado, mientras golpeaba un poco más la puerta.

– No pienso salir hoy, Knil. Vete de aquí. – dijo ella.

– Vamos Zyanya, siempre te pasa lo mismo, mañana es nuestro cumpleaños, y sabes que no me voy a ir de aquí, hasta que no me abras la puerta. Tenemos que preparar muchas cosas… – dijo un poco más tranquilo al saber que ella estaba dentro de la casa.

– No pienso salir, no pienso salir más, me da igual lo que me digas, me da igual como te pongas, yo no voy a celebrar ningún cumpleaños, nadie vendría. Vete, no pienso ir contigo a ningún lado hoy, no pienso salir – contestó ella un poco enfadada y nerviosa.

– Mira mi gatita, si no quieres salir, no salgas, pero este no se mueve de aquí hasta que no me abras la puerta y hablemos. Así que tu misma – empezó a sentarse, apoyándose sobre la puerta, en el pequeño espacio para caminar que rodeaba a la casa – yo tengo todo el tiempo del mundo.

– Puedes quedarte ahí esperando, no pienso salir. Además no sé por qué para hablar conmigo tengo que abrir la puerta. Vete, sólo conseguirás perder el tiempo – dijo ella.

– Bueno, me gusta perder el tiempo ¿a ti no? – dijo calmado.

– Pues no, no me gusta perder el tiempo, tengo que hacer muchas cosas, ¡así que vete! – dijo ella enfadada.

Knil se quedo callado un buen tiempo, incluso Zyanya dudaba que estuviera todavía apoyado en la puerta, entonces le dijo.

– Me lo hiciste prometer ¿recuerdas?… –Knil se quedó callado un buen rato, entonces continuó – No pienso moverme de aquí, me da igual si te tiras ahí toda la vida, incluso tendría que venir aquí todo el mundo para celebrar mi cumpleaños, perdón, nuestro cumpleaños, si quieren celebrarlo. ¿Crees que me importa esa fiesta? ¿Crees que después de nuestro cumpleaños, cambiará nuestra vida? ¿Crees que me importa más una fiesta que mi mejor amiga? ¿Crees…? – se cortó al caerse hacia atrás, porque la puerta se abrió.

Entonces, Knil se encontraba tirado en el suelo, boca arriba, cortado por la puerta y con los brazos extendidos hacia dentro de la casa. Zyanya se encontraba de pie justo después de las manos de Knil, con una mano en el pomo de la puerta y la otra intentando que no se viera que había estado llorando, aunque ya era tarde porque Knil se había dado cuenta. Ésta lo miró a él, y éste le sonrió.

– ¿Creía que ya no te acordabas? ¿Creía que…? – se quedó callada, y se dio la vuelta para coger un pañuelo, luego dijo – Pasa.

– Que no haya hablado de ello hasta hoy no significa que no recuerde aquella promesa – dijo él mientras se incorporaba hasta quedarse sentado, luego continuó – ¿por qué estás así, mi gatita?

– Para ti es muy fácil, tu tienes una familia con la que celebrar tu cumpleaños, y además todos te quieren, todos te adoran, pienso que te olvidarás de mi, que poco a poco me irás olvidando y que al final me quedaría sola, terminaría loca… y no quiero pensar la posibilidad de perderte… ya sabes lo que pasa cuando los jóvenes Koiris llegan a la edad adulta… todos se marchan, y muchos jamás vuelven a la Ciudad, el bosque es inmenso y terminan habitando otras zonas más tranquilas, pocos son los que deciden no hacerlo y quedarse aquí, pocos son los que deciden volver después de salir… – Zyanya se sentó en uno de los sillones, y se quedó callada.

Knil se había levantado y poco a poco se había quedado mirando por la ventana, a través del cristal podía verla sentada, muy preocupada, y estaba muy extrañado, ya que nunca se había comportado de tal manera. Fue después de un eterno instante cuando él comenzó a hablar.

– Sé lo que hacen los Koiris cuando alcanzan la madurez, pero aunque tenga que salir, volvería… tú sabes como yo, que a veces esas salidas no son por voluntad propia, y es el Gran Sabio el que te manda tu destino, el que te manda una misión para que el curso del la paz y la tranquilidad siga su curso… – en este momento fue interrumpido por ella.

– Eres libre de elegir… tú eres tu destino, y no lo que te mande otra persona, tú eres quien decide… – le aclaró ella.

– Lo sé, pero ya me han dicho que tengo que ir a ver al Gran Sabio después de la celebración, que quiere hablar conmigo – le dijo antes de que lo supiera por otras personas.

– Lo ves, me abandonarás, me volveré loca… todos lo hacen… todos terminan abandonándome… tal vez tenga que ser así, es un castigo… por ser diferente… – ella comenzó a llorar.

Knil se dirigió hacia ella, la cogió del brazo y la hizo levantar con suavidad, entonces la abrazó. Mientras ella continuaba llorando, le susurro – Siempre volveré, aun la misión tenga por muerte su final, yo me burlaré de ella y volveré para pasar el resto de mis días a tu lado. Sabes que lo haré, no soportaría la idea de que la tristeza se apoderara de tanta belleza.

Ella lo agarró tan fuerte que él se asustó un poco, se quedó impresionado al ver que ella tenía miedo a que la dejara sola, a que la abandonara como todo el mundo lo había hecho, tenía miedo a tener que enfrentarse a este mundo sola, cuando parecía todo lo contrario, cuando siempre había mostrado apañárselas, y no necesitar nunca ayuda de nadie.

– ¿Te podrías venir conmigo? – Le susurró él. Luego la separó un poco para poder mirarla a los ojos y con una pequeña sonrisa de complicidad le dijo – Así no te quedarás sola…

Ella por un momento se quedó mirándole a los ojos, y por un instante no creía que él le hubiera dicho esas palabras. Como si le hubiera cogido por sorpresa, no sabía que decir, no sabía si podría aguantar el camino con él, pero la idea no le aterrorizaba, más bien lo deseaba, caminar junto a él sin rumbo fijo, pero con su compañía…

Piensa Zyanya – se dijo a sí misma – Si él se va te quedarás sola, y estás cansada de estar sola, él es tu vida, él es el único que ha permanecido a tu lado – se autoconvenció – está decidido, me iré con el, lo apruebe o no el Gran Sabio, es lo único que tengo

Después de pensarlo durante un pequeño instante, lo abrazo y le dijo – Está bien, me iré contigo… no soportaría la idea de quedarme sola en este lugar…

Entonces Knil le dijo – Solo hay una condición – el se separó y la miró con una sonrisilla, de nuevo.

– ¿Qué condición? – le preguntó ella.

– Que celebres conmigo nuestro cumpleaños… no tienes opción jejeje – guiñándole un ojo – es ¿sí o sí?

– Eres un tramposo, eso no vale, sabes que no tengo más remedio que aceptar. Te gusta verme sufrir ¿eh?, es verdad ¿no?, disfrutas con eso – dijo ella con lo que parecía ser su actitud normal – Sabes que odio esas fiestas, que me sentiré incomoda, y que seré como una intrusa para ellos, que se ha colado sin permiso, ¿no crees?

– ¿Sinceramente? – le pregunto él mirándola

– Sí.

– Me encanta hacerte sufrir, disfruto, jejeje, ves la cara que pones, ¡esa cara me encanta! Entre cara de loca y lunática, jejeje. ¿No crees? – le dijo el riendo.

Ella rápidamente le dio un golpe en el hombro enfadada y le gritó – ¡Te estoy preguntando en serio!

– Auch – se quejó el – eso ha dolido. Pues no sé por qué te tendrías que sentir así, eres mi amiga, cumples años el mismo día que yo, como no tienes a nadie que te haga una fiesta de cumpleaños en condiciones pues te he invitado a la mía, y no creo que digan nada, pues es de sobra que todo el mundo sabe que tú y yo somos novios – en ese instante ella le golpeó de nuevo, esta vez más fuerte – auchhh… bueno, bueno es una broma no te pongas así, borra lo de novios… pues eso que yo no lo veo raro, pero me da igual como te pongas, si quieres venir conmigo quiero verte en nuestra fiesta celebrando nuestro cumpleaños mañana… – poco a poco se fue hacia la puerta y antes de marcharse le dijo – ¡Ah! Una cosa más…

– ¡Qué cosa más! – le gritó ella

A la vez que le guiñaba el ojo le insinuó – Ponte guapa, tú sabes, no quiero verte esos pelos de loca – y se fue riendo.

Mientras Knil bajaba aún escuchaba a Zyanya gritar, era normal, ellos dos se pasaban así todo el día. Este le grito – ¡Volveré a la tarde!

Los preparativos

Todo se había estado preparando, la Familia Iris era una de la más sabia e importante familia de la Ciudad, y sería una celebración a lo grande. Además, tenían que preparar una celebración conjunta pues Zyanya era como de la familia para la Abuela Iris, ella había criado de Knil desde que llegó a la Ciudad y desde que las primeras luces vinieron a él y a Zyanya, los dos no se separaron, siempre estaban juntos, jugaban todo el día y se divertían juntos, Zyanya pasaba mucho tiempo en casa de la abuela Iris antes y para ella era como de la familia, pero por extrañas razones un día los padres de Zyanya prohibieron que esta volviera a acercarse a casa de los Iris y poco a poco fue perdiendo contacto con ella, pero no con Knil que informaba a la abuela con todo detalle de Zyanya y le daba recuerdos y recados a ambas. La abuela Iris había aguardado este momento desde que Knil llegó al la Ciudad, sólo ella puede contarle su pasado y sólo ella podía aclararle algunas cosas a Knil, pero aguardaba al momento preciso… ella también ansiaba este momento, había preparado un colgante, que cogió cuando recogió a Knil y que aguardaba a darle justo al alcanzar la madurez, además unas ropas venían junto a él justo para este preciso momento, todo tendría su explicación en su preciso momento.

Para Zyanya había guardado un maravilloso traje blanco, tan blanco que haría parecer a Zyanya como un hada del bosque, era muy sencillo, de seda, blanco cristalino, y tenía algunos bordados que eran históricos en la Familia Iris, incluso la abuela había preparado un colgante muy preciado por ella para que lo llevara consigo.

En la fiesta habría comida para todos, no faltaría la buena música y sobre todo se había preparado con detalle todo lo necesario para hacer los rituales necesarios para ambos, todo estaba perfectamente pensado y preparado para que fuera perfecto.

Después de visitar a Zyanya, Knil se dirigió a casa de la abuela Iris, a su paso todo el mundo le saludaba, y le preguntaba por la celebración de mañana, él apenas se paraba a hablar pues estaba un poco nervioso y no se paraba mucho tiempo, sólo el necesario. El árbol milenario de la Familia Iris se encontraba cercano al centro de la ciudad, justo junto a la plaza mayor, lugar donde se celebraría la ceremonia. Al llegar Knil, éste abrió la puerta que daba al interior del árbol milenario y corrió a ver a la Abuela Iris, sólo ella vivía en el interior del árbol, sus hijos y sus respectivas familias vivían en casas superiores, incluso algunos nietos ya vivían en la zona más altas del árbol milenario.

– ¿Abuela? – pregunto sin tomar aliento.

– Estoy aquí Knil, en la cocina – dijo ella calmada.

Knil ya olía el irresistible olor que provenía de la cocina, seguro que la abuela estaba preparando algunas cosas para mañana…

– ¡Hola abuela! – gritó mientras la abrazaba, ella, mientras, intentaba que no se le cayera una bandeja de galletas que acababa de sacar del horno, lo saludó.

– Hola mi niño, ¿nervioso? – le preguntó ella ante su inminente cumpleaños.
Él ignorando su pregunta le preguntó – ¿Son galletas? Mmmm que bien huelen… puedo coger una… – entonces hizo el intento de cazar una galleta gigante cuando…

– Auchh – la abuela rápidamente le dio con la paletilla con la que retiraba las galletas en la mano – ¡no son para ahora, son para la fiesta!
Hablaste con Zyanya… ¿no? ¿Celebrará la fiesta contigo?

– Sí, hablé con ella, pero claro, todo soplón tiene un precio jejeje – insinuando que si no le daba una galleta no le diría nada – tal vez si una galleta cayera por casualidad encima de mi mano… – entonces extendió las dos manos como esperando el premio… – Auchh – la abuela le había golpeado con la paletilla de nuevo en la mano, entonces le dijo amenazándole con la paletilla.

– No juegues conmigo muchachito, conmigo no valen tus tretas – dijo ella simulando perfectamente que estaba enfadada

– Sólo estaba bromeando abuela – dijo él un poco desilusionado.

– Jajajajaja yo te enseñé a hacer eso, no puedes jugar conmigo, anda toma, pero que te valga de lección – la abuela le sonrió después de la gran carcajada. Mientras, Knil atrapaba al vuelo la galleta que le había dado. – Anda cuéntame lo que te ha dicho Zyanya.

– Bueno como era prever no quería celebrar su cumpleaños, decía que se sentiría como una intrusa y que todos la mirarían mal… – en ese momento Knil le dio un gran bocado a la galleta – fi fe a fosfafo lo fuyo fonfenferla, fero fal fifal fenfrá…

El al ver que la abuela ponía una cara de no haber entendido nada de lo último, tragó todo lo que tenía en la boca y repitió las ultimas palabras – perdón, decía que me había costado lo suyo convencerla, pero que al final vendrá.

Al escuchar esas palabras la abuela sonrió, entonces le dijo – Me alegra mucho que decida celebrar su cumpleaños, tendré que preparar un poco más de comida, además tienes que decirle que a la tarde se venga para acá contigo, se quedará a dormir aquí, para que mañana os preparéis los dos, tiene que probarse el vestido que le tengo preparado… y me gustaría hablar con ella ¿de acuerdo Knil? – se quedó mirándole esperando su afirmación.

Knil asintió con la cabeza pues en ese momento en que la Abuela Iris le miraba este acababa de comerse lo que le quedaba de la galleta. Después de tragarlo todo le dijo – Volveré a la tarde con Zyanya, ahora me tengo que ir a preparar unas cosas… – antes de que terminara, la abuela lo interrumpió.

-¡Ah! Contigo también tengo que hablar antes de mañana.

– Será un placer mi dulce señorita – le contestó con una reverencia y una sonrisilla burlona, después le dio un fuerte beso en la mejilla y se fue corriendo como de costumbre.

– Este niño jamás madurará – dijo ella sabiendo que ya no la escuchaba.

Comienzos de un guerrero.

Knil estaba muy nervioso pero tenía que preparar unas cuantas cosas para su marcha, para ello fue corriendo a casa de Ferro el Herrero, al cual le había encargado un pequeño cuchillo por si le hacía falta y un escudo del tamaño de su espalda, en los cuales estarían grabados los símbolos de la Familia Iris.

Ferro el Herrero era un Koiri robusto y fuerte, su estatura era anormalmente grande y sus músculos estaban muy curtidos a base de martillazos, su herrería se encontraba casi al otro lado de las 2 lunas, pero como era la única herrería de la ciudad siempre se encontraba abarrotada y a tope de trabajo, aunque Ferro siempre terminaba todo a su debido tiempo. Ferro era un Koiri serio y callado, solo hablaba lo justo, y siempre decía una frase cuando le preguntaban la razón de su timidez, “Es mejor tener la boca cerrada y que crean que eres tonto, que abrirla y demostrar que lo eres”, siempre lo decía muy filosófico.

Knil quedó fascinado al ver como había quedado el cuchillo, del tamaño de su antebrazo y el escudo, el cual cubría su espalda, ya que al verlo, Ferro los cogió tal y como lo hace un guerrero y se lo enseño antes que ni siquiera hubiera llegado a la puerta. Knil no dijo nada, quedo un buen rato fascinado mientras cogía son sus manos la creación de Ferro. Parecía que Knil había luchado toda su vida con ese cochillo y ese escudo pues se complementaba a la perfección, cada movimiento era perfecto.

Ferro tenía una gran sonrisa en su boca y Knil seguía asombrado, cuando este le dirigió la palabra:

-Espero que todo este a tu gusto – dijo Ferro con gran satisfacción.

-No podías haberlo hecho mejor, un gran trabajo, sí señor – dijo Knil absorto todavía.

– No sé si te habrás fijado pero tu abuela me mandó grabar una frase en ese cuchillo… – le comentó Ferro al ver que se había quedado extrañado al ver la frase que recorría toda la hoja del cuchillo.

“Desconfía de ti mismo, y confía en los demás… desconfía de los demás y confía en ti…dos caminos… dos destinos”

– Y dices que la Abuela Iris te dijo que escribieras estas palabras… – mientras miraba atentamente la escritura, perfectamente grabada.

– Sí, mandó a uno de sus hijos, pues yo mismo la informé de tu petición, también me dijo que hiciera el mejor trabajo que jamás había hecho. Y así lo hice, me llevó más tiempo que el más complicado de mis trabajos, y el resultado ha sido perfecto, ni el golpe del más grande de los gigantes sería capaz de romper su hoja, en cuanto al escudo, aguanta tanto el fuego como el hielo y su resistencia es menor que la de la espada pero igualmente mucho más resistente de lo normal – Ferro presumía como un niño de su trabajo

– Agradezco todo lo que te has molestado para complacer tanto a este humilde Koiri como a mi adorable Abuela, su propósito tendría, al mandarte todo este esfuerzo, dime cuanto tengo que pagarte y no pondré pegas a un trabajo perfecto… – Knil estaba preparado para pagar el más alto precio que le dijera, le daba igual tener que entregarle todo lo que tenía pero la respuesta de Ferro le sorprendió.

– En otra ocasión mi amigo Knil, porque este trabajo ya está pagado, es regalo de tu Abuela… – dijo Ferro sinceramente.

Ferro se despidió rápidamente de Knil pues tenía mucho trabajo por hacer todavía. Mientras Knil pensando en la frase que bordaba la hoja de su cuchillo andaba casi absorto por la ciudad cuando se dirigía al campo de entrenamiento para poner a prueba su gran adquisición. Su mirada se perdía entre las piedras del suelo, y su cuerpo se guiaba sin ni siquiera tener que mirar hacia delante, ya que su concentración era tal que caminaba guiado perfectamente por su sentido, mientras pensaba ”Confía en ti, y desconfía de los demás…”, no sabía que mensaje quería darle su abuela, o que misión tendría esa frase… “Confía en los demás y desconfía de ti…”, si algo siempre me ha costado más de lo normal es entregar mi confianza a alguien, me cuesta mucho depender de alguien, no sé por qué no puedo ser yo el que decida mi vida y mi destino, no sé, pero lo que siempre sé es que nadie puede hacer lo que tiene que hacer solo… “dos caminos… dos destinos”, el destino nunca está escrito, los caminos se te presentan en la vida… eres tú el que elige, pero no puedes saber el final de cada camino, debes ser consecuente y elegir tu camino… No me gustaría que nadie eligiera el camino por mí, no me gustaría que mi vida fuera determinada por la decisión de otra persona… Yo asumo mis consecuencias, yo elijo mis caminos…

El primer combate.

– ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Ehhhhhhh!!!!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Kniiiiiiiillllll!!!!!!!! ¡¡¡¡¡Despierta!!! ¡Anda pasa para acá y estrena esas nuevas armas! – le gritó, y casi sordo dejó a Knil, justo cuando pasaba por delante del campo de entrenamiento, el cual estaba custodiado por el Koiri que tiene la voz más fuerte de toda la ciudad y el que había hecho saltar a Knil casi 50 pies de altura.

Se llamaba Taurus y las armas eran su pasión, manejaba cualquier arma, tenía un amplio conocimiento sobre todo tipo de armamento, y su campo de entrenamiento era lugar de encuentro de muchos Koiris. Su pelo era largo, liso y negro muy oscuro, su cara estaba marcada por la edad pero se mantenía en forma, y era un gran entrenador de guerreros, muchos dicen que su cuerpo esta marcado por la Gran Guerra Antigua, y algunas cicatrices salen a la luz, aunque solo las que las ropas no tapan. Se cuenta que fue capturado por el enemigo y torturado, aunque se recuperó, sus recuerdos se quedaron grabados en su piel como cicatrices. El fue el que entrenó a Knil desde pequeño.

– ¡Ahh! – Gritó Knil justo antes de meter un salto del susto que se llevó al escuchar el grito de Taurus – ¿Qué? ¿Taurus?… deberías gritar menos maldito loco, casi me da un ataque al corazón, tu lo que quieres es que no llegue vivo a mi cumpleaños ¿eh? – dijo Knil enfadado al interrumpir sus profundos pensamientos.

Pero Taurus hizo caso omiso a sus palabras y pronto arrebató a Knil su cuchillo y su escudo para inspeccionarlos, parecía asombrado al observar detalladamente el trabajo realizado por Ferro.

– Sí, señor, un buen trabajo de Ferro, hacía mucho tiempo que no veía algo así, desde la Gran Guerra Antigua, no vi algo que le pudiera acercarse un poco a esta maravilla – de repente Taurus le lanzó el escudo y el cuchillo a Knil, quien los cogió con buenos reflejos pues iban directos a su cara.

– Te prepararé unas pruebas, quiero ver como te manejas con tus nuevos juguetes, al final tendremos un pequeño entrenamiento personal entre tu y yo, como regalo por tu cumpleaños, ¿Qué te parece? – dijo Taurus esperando su afirmación.

– Estoy deseando probar estos nuevos juguetes… – dijo Knil sonriente.

– Espera unos minutos que te preparo una sección. – dijo Taurus.

Taurus despejó una de las parcelas de entrenamiento, en la que puso cinco muñecos de madera en la primera zona, sin movimiento; en la segunda, puso unos saltos con lanzamiento de bolas de fuego, hielo y algunas trampas, además esa zona estaba inundada; la tercera zona era de lucha en movimiento donde había varios blancos a derribar que corrían por la zona… y al final, se dispuso él con su espada y su escudo, sentado en un tronco cortado de árbol, esperando pacientemente cuanto tardaba en llegar a él.

– Ya sabes lo que hacer Knil, espero que no me defraudes, te espero aquí ansioso – entonces este se puso en pié y alzó una mano, para ese momento Knil se dispuso en la entrada a la primera zona en posición de combate.

– ¡A jugar! – dijo Taurus a la vez que bajaba la mano.

Knil salió disparado hacia los objetivos estáticos, los cuales se disponían por toda la parcela, eran cinco, uno en cada esquina y el más grande simulando un gigante en el centro.

Knil sin decir una palabra salió disparado hacia el objetivo de la esquina izquierda más cercana, desenvainó su cuchillo a la vez que cogía el escudo con la otra mano, y mediante un corte seco horizontal rompió el primer objetivo, dio media vuelta y salió disparado al de la esquina derecha, el cual cortó en dos pedazos mediante un corte vertical. Mientras, Taurus le presionaba y a la vez se asombraba disimuladamente de la destreza de los movimientos que sus ojos veían. Sin pensárselo, Knil atravesó en diagonal la zona, directo hacia el objetivo gigante central, que justo al acercarse fue sorprendido, pues no era estático, sino que sus brazos eran móviles y lanzó rápidamente un ataque directo a su cabeza, desde arriba, como si quisiera aplastarlo, pero Knil paró el ataque colocando el escudo sobre su cabeza y mientras desviaba el brazo hacia un lado, su otra mano, la cual llevaba su cuchillo le cortaba la cabeza al gigante, colocándose encima del cuerpo sin cabeza de un salto.

Sin parar un segundo corrió hacia el objetivo de la esquina superior izquierda, el cual derribó sin problema mediante un cuchillazo con salto en diagonal, puso un pie encima de lo que quedaba del maniquí, saltando hacia el ultimo objetivo, el cual cuando llegó, saltó girando todo su cuerpo con los brazos formando una T, entonces soltó su escudo que se clavó en la zona abdominal y luego su cuchillo que se clavó justo en lo que simulaba ser la cabeza, cayendo justo delante con una rodilla en el suelo y la cabeza baja.

Taurus no podía simular mucho su asombro, dado el gran movimiento realizado, y después de parpadear un poco incrédulo, gritó – ¡Zona 1 terminada con éxito! Corre hacía la zona 2 y deja de perder el tiempo jajajaja.

Knil cogió su escudo y cuchillo, el cual envainó, y corrió hacia la segunda zona. Se paró en seco y miró la zona un tiempo, para averiguar el camino más rápido posible y los pequeños obstáculos, hacia el final de la zona vio unos cañones que lanzarían fuego o hielo siempre que te tuvieran a tiro, colocados estratégicamente delante de unos cuadrados de tierra que sobresalían del agua al pulsar el botón de mi derecha, situado en el suelo. Tendría que ser rápido para no mojarse.

En esta zona solo tendría que utilizar su escudo. Knil, sin perder más tiempo pulsó el botón, y saltó al primer bloque, y nada más tocar el suelo unas bolas de fuego se dirigieron hacia él y hacia el bloque más cercano, entonces Knil saltó hacia el bloque más cercano y se cubrió con el escudo, que pronto se volvió rojo del calor, aunque no quemaba. Siguió hacia el siguiente bloque, el cual comenzó a hundirse y tuvo que saltar al siguiente, y se vio sorprendido por dos bolas, una de hielo y otra de fuego, que iban hacia él, no tenía tiempo de saltar, entonces desenvainó su cuchillo y cortó la bola de hielo en dos, mientras se cubría con su escudo de la bola de fuego. Al siguiente salto Knil ya estaba en las puertas de la tercera zona.

– No está mal Knil, ¡zona 2 terminada con éxito! Vamos ya te queda menos para lo bueno jajajaja – Taurus se preparó para la inminente lucha.

Knil estaba ansioso y quería llegar ya a la última zona, entonces observó que había, 4 blancos móviles, los cuales llevaban cada uno una espada. Knil corrió hacia el centro y esperó ser atacado, cuando a su sorpresa los cuatros saltaron sobre él en un ataque vertical. Dudó una milésima de segundo y entonces saltó hacia arriba, y mediante un ataque giro dos acabaron con la cabeza cortada y los otros dos sin espada, al caer los cincos, dos de ellos no se volvieron a levantar pero Knil atacó a uno de los vivos, nada más caer cortándolo en dos, y al otro, justo cuando lo atacó lo pinchó y atravesó con el cuchillo.

Knil se levantó corriendo y se quedó en la entrada de la última zona, para entonces los blancos móviles solo eran trozos de maderas inertes.

– Has tardado mucho, me estaba quedando dormido – dijo Taurus levantándose poco a poco de su natural asiento.

Knil intentó concentrarse, y aminoró la respiración, para desacelerar su corazón, no respondió a Taurus.

– Veo que no te gusta hablar mientras luchas, jajajaja, buen chico, ¿no quieres perder la concentración? Esa es la diferencia entre tú y yo, te crees vencedor antes de empezar, te ves ganando, mientras tu adversario cae, y tú alzas tu espada en señal de victoria, se te ve en los ojos… pero lo siento niño insolente pero hoy no es tu día – Taurus sólo quería hacer rabiar a Knil, pero parecía que no le afectaba.

Knil esbozó su pequeña sonrisa y decidió atacar. Pero Taurus era guerrero muy experimentado, y sabía todo lo que Knil pensaba, todos los movimientos que podía hacer y se preparó a recibir su ataque.

Sin ninguna molestia y esfuerzo, Taurus golpeó el cuchillo de Knil desestabilizando el ataque-salto que había hecho, y luego con su escudo le golpeó en el costado tirándolo al suelo, y haciéndolo rodar unos metros.

– Vamos Knil, yo te enseñé a atacar así. Conmigo no te valen esas tretas, tendrás que esforzarte un poco más si quieres hacerme ver que eres todo un guerrero – dijo Taurus negando con la cabeza

Mientras Knil se levantaba, Taurus se disponía en posición de ataque, y casi sin dar tiempo a que Knil se preparara, atacó. Knil intentaba protegerse de los ataques como podía, pero en cada uno de sus golpes sus fuerzas disminuían, aunque no había duda del trabajo de Ferro, pues el escudo y el cuchillo no tenían ni una muesca.

Un golpe del cual Knil intentó protegerse con el escudo, lo hizo volar varios metros al golpear el escudo. Momento en que Knil, mientras estaba tirado en el suelo, miró a Taurus y vio como la cara de este mostraba una profunda decepción.

– Vamos Knil. No me lo pongas tan fácil, parece mentira que no puedas ni aguantar un simple ataque, creía que eras un gran luchador, creía que tendrías más valor. Pero veo que aparentas algo que no eres, eres débil… – Taurus alzó el brazo, y creó un entorno de lluvia en la última zona, donde los dos luchaban – Hagamos esto un poco más real, levántate y lucha como yo te he enseñado.

Era costumbre de Knil no hablar mientras luchaba, su mente pensaba miles de cosas en ese momento, y realmente Taurus le había sorprendido. Una vez en pie, Knil se dispuso en ataque, su rostro había cambiado, y sus ojos miraban directamente a los de Taurus.

Taurus volvió a atacar, y cuando estuvo lo suficientemente cerca hizo un ataque vertical, rápidamente Knil se protegió con el escudo y aguantó en pie, entonces él atacó horizontalmente, ataque que fue parado por el escudo de Taurus. En ese momento los dos retrocedieron y se quedaron mirando mutuamente.

Esta vez fue Knil el que atacó, y cuando estuvo cerca saltó, haciendo un ataque vertical que aboyó el escudo de Taurus y lo tiró al suelo, y justo al caer, Knil volvió a atacar, esta vez con tal fuerza que al protegerse su maestro con el escudo este voló literalmente varios metros hasta chocar contra la pared.

Knil se quedó preocupado mientras veía como se levantaba poco a poco su maestro, el golpe realmente le había dolido.

– No está mal Knil… no está mal… – dijo el maestro mientras se quejaba un poco de su brazo – ya me vas convenciendo… de que eres un guerrero.

Los dos estaban cansados y empapados por la lluvia, si alguno hacía un ataque más, dejaría casi sin fuerzas a su adversario. Los dos volvían a estar en guardia, y dispuestos a atacar. Knil se encontraba concentrado y su cuchillo anormalmente comenzaba a emitir una extraña energía que formaba un alo alrededor de este. Taurus, decidido, atacó a Knil con todas sus fuerzas.

Knil estaba quieto, su rostro serio, empapado, y respiraba profundamente, su movimiento fue lento y pausado, colocó una de sus piernas flexionada y la otra estirada, los brazos en horizontal, el izquierdo portaba el escudo, y en la derecha su cuchillo envuelto en un alo blanco. La hoja del cuchillo estaba en disposición horizontal mientras veía como Taurus se acercaba a él, este fue bajando la cabeza poco a poco.

Justo cuando Taurus lanzó su ataque, Knil levantó la cabeza, de repente comenzó a girar y el alo blanco describió un círculo rojo primero, y luego amarillo que lo rodeaba completamente. El choque entre el círculo mágico amarillo provocado por el giro de Knil rompió la espada de Taurus mientras atacaba, entonces este se protegió con su escudo y fue lanzado de nuevo con tal fuerza que casi hace una grieta en la pared de la zona. Knil quedó casi agotado al hacer tal ataque mágico, y sus brazos cayeron casi muertos, haciendo que dejara caer sus armas, aunque sus ojos seguían mirando a Taurus, que al intentar levantarse cayó desplomado al suelo. Él seguía en pie.

Taurus sin poder mover un solo músculo del cuerpo concluyó el entrenamiento diciendo – ¡Última zona terminada con éxito! – Emitió un sonido de dolor y luego dijo – Eres todo un guerrero chaval, tienes valor… arggg… eres un verdadero guerrero… – entonces cayó desmayado al suelo.

Knil cayó desplomado al suelo también inconsciente, pero sólo cuando escuchó las palabras de Taurus.

PD: Continuará…


45 Comments

  • Emilia jueves, 9 junio, 2005

    🙂 😛 😀 muy bueno

  • Edgar viernes, 10 junio, 2005

    Mmmm, nuevo relato, me agrada.

  • Theres5 sábado, 11 junio, 2005

    Exelente…

  • Mis reflexiones... domingo, 12 junio, 2005

    mmm Creo que voy a tener que dividir el primer capítulo en troZitos

  • Beu Ribe domingo, 12 junio, 2005

    Ay maldito… qué largo… ya me paso otro día con más tiempo cry

  • Nayle domingo, 12 junio, 2005

    Buscando reflexiones por internet, me topé con tu página… no sabes lo mucho que significó leer¨LA PROMESA.. era el momento justo para leer algo tan genial wink lo haces muy bien… no dejes de hacerlo por favor.. en mi tienes a una paciente fanáticasmile

  • edgar domingo, 12 junio, 2005

    Majestuosa tu forma de abrir una página más en tus relatos… Este figura ser una excelente historia. Y como bien dice Nayle henos aquí con paciencia a la expectativa de la continuación… online2long

  • maRia domingo, 12 junio, 2005

    Hola mi gatitolindo.

    Llevo un ratito paseando por aquí y…¿sabes que te digo? Estoy muy orgullosa de ti. Mucho. Recuerdo un niño que decía que no sabía escribir…buf…hace cuanto de eso ya…MUY orgullosa,sí. Y me alegro de saber que «ella» sigue ahí…y le mando un kisiño a «ella», y te pido una cita bajo la luna(con su permiso, claro) para cuando acabes los exámenes, porque tengo muuuuuchas ganas de pasarme un rato largo contigo.
    Massive hug, my sweetie.

  • Mis reflexiones... domingo, 12 junio, 2005

    maRia: No sabes lo que se te echa de menos por aquí… este gatito se está convirtiendo en lobo… de estos que aullan recordando a la Luna…

    Y sí… mejor después de los examenes, porque apenas tengo tiempo de nada… y estoy muy agotado… que será más o menos por el 8 de julio cry

    Un besaZo fuerte fuerte… cuidate mi gatita.

  • Brian lunes, 13 junio, 2005

    smileOye que bien escribes, no sabes cuanto me han ayudado tus reflexiones, espero que puedas continuar con ellas.

  • Erick martes, 14 junio, 2005

    Hola Amigo, buscando una info en Internet me tope con tu pagina(que por cierto esta muy buena) pero no entendi muy bien lo del relato…. por que tienes los titulos de los capitulos pero no tienes las continuaciones de los mismos….
    Me podrias enviar un correo cuando este la otra parte?…. te lo agradeceria wink piensa

    Ahhh si te tengo en mis favoritos

    Exitos y sigue adelante … grandes historias y reflexiones……. tongue

  • Mis reflexiones... martes, 14 junio, 2005

    Erick: Bueno te explico un poco, cuando entras en la página en el «Relato laro sin título» sólo ves los nombres de los capítulos y las partes que por ahora he publicado… aunque el relato no tiene título… cuando le das a «Leer Más» entonces podrás leer el relato completo. No sé cuando publicaré otra parte, así que mejor te pases de veZ en cuando para ver si continua…

  • Erik miércoles, 15 junio, 2005

    Las reflexiones me parecieron estupendas, espero que me puedas mandar algunas en mi correo, y te felicito por todo el trabajo que haces

  • Mis reflexiones... miércoles, 15 junio, 2005

    Erick: Lo siento, pero no envio reflexiones al correo… es algo a lo que me opongo pues entonces no tendría sentido esta página.

    Saludos

  • Carmen miércoles, 15 junio, 2005

    shocking, me dejaste en free!!!

    confundio
    la verdad es que esta padre, sabes: me siento un poco mal xq estoy tronando con la persona a quien mas amor le he guardado, y cuando entre a la red para ver que reflexiones habia para levantarme un poco el animo, me encontre con tu pag, y ahora no me siento tan mal.. pero sabes, no entendi mucho en que queda lo de la promesa…
    Gracias y wink felicidades

  • Mis reflexiones... jueves, 16 junio, 2005

    Carmen: Es un relato… no sé ni yo donde queda lo de la promesa… ya lo iré escribiendo ¿no? feliz

  • a ghra lunes, 27 junio, 2005

    I love it!!!!

  • Luis Fernando lunes, 27 junio, 2005

    excelente y te felicito por todo lo que das a conocer twisted

  • Kaperucita martes, 28 junio, 2005

    Ya queda menos pal 8 !!!! tongue

    Besitos wuapo

  • Mis reflexiones... miércoles, 29 junio, 2005

    Kape: Besitos ninia… siento estar perdido pero estoy muy liado ultimamente… necesito perderme… necesito descansar.

  • Theres5 miércoles, 29 junio, 2005

    Tu creatividad es inmensa, esta historia esta excelentísima, felicitaciones, sigue adelante con todos tus proyectos, soy uno mas en tu pagina, un desconocido, pero aun así te doy mil ánimos para que nunca caigas.
    Saludos…
    wink

  • Theres5 miércoles, 29 junio, 2005

    Tu creatividad es inmensa, esta historia esta excelentísima, felicitaciones, sigue adelante con todos tus proyectos, soy uno mas en tu pagina, un desconocido, pero aun así te doy mil ánimos para que nunca caigas.
    Saludos…
    wink

  • Mary jueves, 30 junio, 2005

    Hola:
    No se donde quedo lo que sigue de esta Reflexion..por favor no me dejen asi..se ve que esta emocionante… crying sad confundiobueno..gracias…

  • pqñskandalosa martes, 5 julio, 2005

    Sabes el dia que perdi a mi mejor amiga (la consumieron las drogas) no sabia que hacer esta desesperada, pero al meterme a internet y leer este relato recorde que ella y y prometimos ser amigas hasta que murieramos y aun mas aya, de verdad me sirvio mucho me encanto la idea de poder leersela a su hijita. cry cry

  • Mis reflexiones... martes, 5 julio, 2005

    pqñskandalosa: Pronto continuará… animo. wassat

  • Yuri martes, 26 julio, 2005

    sabes te felicito las reflexiones que escribes son lo maximo smile tongue

  • Diego miércoles, 3 agosto, 2005

    buenisimo el relato , lastima que no esta completo no sabes me quede con las ganas de seguir leyendo. felicitaciones y espero que pronto lo termines.

  • Diana martes, 23 agosto, 2005

    Bueno para empezar soy una chica de Perú a la cual le encanta leer y escribir, todavia no publico nada pero algun dia pienso hacerlo, por lo que te podria decir con conocimiento de causa que las cosas que uno coloca en un papel puede tener una influencia en la forma de pensar de las personas que lo leen este es el caso de este relato, realmente es muy bueno felicidades.

  • Lizye Martinez jueves, 25 agosto, 2005

    me gustaria recibi tus reflexiones si no es mucha molestia mi jobby es leer y reflexionar lo leido gracias por su atencion wallbash

  • Mis reflexiones... jueves, 25 agosto, 2005

    Lyzye: No envio reflexiones al correo

  • Rebeca jueves, 25 agosto, 2005

    hola feliz
    sabes es la primera vez que entro a esta pagina y la verdad creo que esta muy buena, en verdad felicidades por esto que realizas smile
    creo que la vida no tiene sentido sino refexionas en los pequeños detalles; lo que te hace ser grande.
    en verdad mil felicitaciones !!!!

  • Tattiana jueves, 25 agosto, 2005

    smile Tattiana – Felicidades por tan hermosas reflexiones a veces me siento triste pero entro a tu pagina y siempre hay algo nuevo que leer
    espero siempre este ahi porque me sentiria muy triste si un dia no te encuentro

    Un abrazo

  • Grether miércoles, 31 agosto, 2005

    nosabes me encanto tu relato es super exelente feliz felicidades tongue

  • Conchi jueves, 1 septiembre, 2005

    Fabuloso ! QBQB

  • Lupita lunes, 29 agosto, 2005

    HOLA TE FELICITO ESTUBO DE MUCHO PENSAR Y REFLEXIÒNAR
    PERO LA VERDAD ES QUE ME DESEPCIONASTE POEQUE ME DEJAS EN ANCIAS DE EL FINAL ESPERO PRONTO LO TERMINES OK.
    UN GREN ABRAZO DE PARTE MIO FRENNEY.

  • Crownless domingo, 4 septiembre, 2005

    Ponte a trabajar, en vez de estarte lamentando de la vida, escribes bien, pero ponte a trabajar. Tus reflexiones reflejan el lado negativo de la vida, te recomiendo que te fijes en el otro lado de la moneda, y veras que todo cambia… Saludos smile

  • Didier Omar jueves, 8 septiembre, 2005

    !!!!Hola: no sabes como me gusta esta pagina, es la mas chida, gracias amigo por escribir las mejores reflexiones , te felicito!!!! 🙂 tongue

  • Stefys viernes, 30 septiembre, 2005

    me parecio super buena esta reflexion lo que me dejo triste es no poder saber como termina cuando la vas a continuar ojala sea rapido pues me muero de ganas de terminarla de leer te felicito tu pagina eta super vacana me encanto y nuevamente porfys publica rapido la continuacion gracias

  • Elarhy viernes, 7 octubre, 2005

    me encanto el cuento, realmente es bueno, aunque a la vez algoo rebuscado, continua escribiendo……………….
    ….

  • Elarhy jueves, 3 noviembre, 2005

    realmente bueno, me siento como si estuviera leyendo a tolkien o algo por el estilo, por favor continua con la historia……..
    por cierto que soy fanatica de «fanfiction.com», y he de dercite que hay pocos con tu talento aqui en la web.

  • Mary sábado, 26 noviembre, 2005

    smile Está Buebísima!!!
    Espero poder recibir más de tus reflexiones. piensaMe gustaría «conocer» un poco más acerca de lo que escribes y también de tí…
    FELICIDADES!!!wink
    Lo haces muy bien!!feliz

  • odin lunes, 19 diciembre, 2005

    I can only guess that your this unfinished book is very good. So try to finish it, and meybe after 5 years I’ll see it in some shop as an bestseller, and I’ll ask mysely: wasn’t he the man that I’ve talked to ? =)

  • Franco sábado, 31 diciembre, 2005

    me encanto la reflexion….la verdad que es una de las mejores cosas que he leido… no soy de eso que leen mucho en la web… pero me encanto.. quiero ver el final!!..mandamelo por mail!!!:.. gracias… un abrazo enorme!!!..

  • elarhy lunes, 9 enero, 2006

    la historia es muy buena
    pero por que no tiene continuacion?
    si la tiene me la puedes mandar a mi mail
    o un mail de aviso cuando lo publique y asi poder leer el resto de la historia? porfavor
    gracias
    PD. sigue escribiendo

  • Mis reflexiones... martes, 10 enero, 2006

    elarhy: Lleva tiempo en mi cabeZa, sólo espero tener tiempo para continuarla…

    Saludos, y siento no hacerlo… pero bueno, a mi no me corre prisa jeje

Comments are closed.