Hombre

Hombre de pisada fuerte. De esas, que te hunden hasta el tobillo. De caminar constante. De respirar calmado. De lunas en noches tranquilas. Hombre de guerras contra el tiempo. Y en el paso, del constante, tras el tiempo en paro, es cuando, las pisadas llegan hasta la rodilla, y son brazos, los que te tienen 

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