Un ensayo sobre la complejidad y el aZar en la ecología

El término complejidad en Ecología es algo necesario para definir aquello que es su objetivo de estudio, y como podemos observar con un simple vistazo, todo aquello que nos rodea es complejo, incluso nosotros somos seres muy complejos, que estamos regidos en parte por nuestras decisiones y por todas las circunstancias que nos rodean. Desde hace ya mucho tiempo el ser humano empezó a preocuparse por todo aquello que lo rodeaba, y cada vez tiene más conocimiento de su ambiente, aunque para comprenderlo de una manera mejor, más sencilla y simple, necesita  la creación de modelos, que no son más que simplificaciones de la realidad.

Todo lo relacionado con el ambiente es muy relativo, y depende mucho del objeto de interés por el que nos preocupemos, por ello el ser humano en su forma más egoísta se ha preocupado de sí mismo y de lo que es mejor para él, y ha sido recientemente cuando su preocupación por aquello que nunca le ha importado empieza a aumentar.

A veces el ser humano tiende a simplificar tanto la realidad que se equivoca y cuando pretende tener en cuenta todos los componentes se complica demasiado en algo que debiera ser sencillo de entender. Por eso el término complejidad y todo lo relacionado de éste término a los sistemas es un tema de mucho interés hoy en día. Todos estamos de acuerdo que hay dos visiones, una de ellas es ver al sistema como algo constituido por partes, y que éste no es más que la suma de sus partes. Pero existe otra visión: el sistema es algo complejo, compuesto por partes, pero que no es sólo eso,  ya que de esas partes podemos detectar propiedades que no tienen por sí solas, y que solo se ven en su conjunto. Estas dos visiones han estado enfrentadas mucho tiempo, pero la realidad es que muchas veces los extremos son lugares inestables donde hay preguntas que no son posibles de explicar, y tan sólo cogiendo un termino medio es factible explicar mejor estas interrogantes que nos surgen si defendemos a muerte uno de los extremos.

Todos estamos de acuerdo que la realidad es muy compleja, y por mucho que queramos hacer un modelo de la realidad, siempre perderemos datos e interacciones, incluso partes importantes que debiéramos tomar en cuenta. Por todo esto, la realización de un modelo afín a la realidad es algo muy complejo. Debemos tener muy claro el fin de nuestro modelo y aquellas partes que son importantes para hacer una predicción de la realidad creíble. Un modelo se hace al vernos incapaces de experimentar con esa realidad estudiada, y sólo lo utilizaremos para comprender esa realidad mejor. Luego podremos predecir con un cierto margen de error lo que ocurriría en la realidad si algo que nosotros presuponemos que pase, realmente pasara.

Hoy en día empieza a estar en boca de todos el tema de la Ecología. Nos preocupamos más por aquello que nos rodea, dejando sólo un poquito atrás nuestra visión egoísta de la realidad, donde sólo nosotros somos importantes, empezando a darnos cuenta que si seguimos así nos cargaremos la Tierra. Y esto es algo sencillo de explicar. De todas las relaciones que hay en un sistema, el fin es llegar a un equilibrio, donde mantenerse, soportando cierto grado de perturbaciones peque?as, constantes o no. Si imaginamos la Tierra como un sistema compuesto de subsistemas y que interacciona con su medio exterior, es decir, el espacio, esta se halla en un equilibrio muy complejo, el cual escapa de nuestra imaginación. Si algunos de sus subsistemas dejan de estar en equilibrio, esta intenta reorganizarse de tal forma que no afecte al sistema Tierra. Pero, si un componente del sistema Tierra, el cual somos nosotros, interaccionamos con muchos subsistemas llevándolos a un estado inestable, muchos más subsistemas se verán afectados, volviéndose inestables, y haciendo que el sistema Tierra se vuelva tan inestable que tenga que sufrir una gran reorganización de sus subsistemas o le lleve a la destrucción. En tal caso, una reorganización muy fuerte del sistema Tierra puede conducirla a unas condiciones totalmente diferentes a las de hoy en día, haciendo que muchas especies desaparezcan, incluso nosotros, y haciendo que otras reinen en las nuevas condiciones; o simplemente que no reine ninguna, y se convierta en un sistema hostil para la vida.

Todo esto es lo que nos lleva a estudiar la complejidad de los sistemas, y a preocuparnos más por nuestras acciones. En mi parecer, si la especie humana no estuviera presente, la Tierra sería un sistema estable donde cada una de las partes solo se preocupa de sobrevivir, y solo coge lo necesario del medio. Imaginemos que sería una visión feliz, de un mundo feliz, sin humanos. Al poner al componente humano, y este tomar cada vez más razocinio, va concienciándose de la realidad y por tanto explotando más eficazmente la realidad, adaptándose a cada recodo del planeta. Cuando su inteligencia fue aumentando, empezó a coger más de lo necesario, llevando a los subsistemas a una reorganización, es decir, los llevaba a tomar un equilibrio conjunto y dependiente de nosotros. Cada vez más subsistemas fueron afectados por este nuevo componente hasta llevar a una dependencia humano-sistema. Si a esto le sumamos una visión catastrófica a la realidad, quitamos al ser humano del mundo, se verían afectados tantos sistemas a la vez que la inestabilidad invadiría al mundo sin capacidad de predecir las consecuencias.

Pero la naturaleza es sabia y tiene conocimiento de la complejidad, porque ella en sí es compleja. El ser humano es el único consciente de esa realidad, y cada vez se sorprende más de todo aquello que le rodea, la vida es compleja, en tal nivel, que escapa de las manos del ser humano. Desde siempre hemos intentado comprender esa complejidad, pero nuestra visión siempre ha sido muy egoísta, y nos hemos interesado por aquello que nos servía, y no por aquello que nos sería interesante conocer y tener conciencia de ello. De tal manera que nos preocupa más gastar y gastar  energía, que ver las consecuencias de ese gasto masivo. Y cuando las cosas ya no se pueden arreglar es cuando empezamos a tomar conciencia de la realidad.

El más mínimo de nuestros actos tiene consecuencias que no tienen que ser en el mismo lugar ocurrido, y esto no es más que cada sistema tiene un límite, donde, si se sobrepasa, tiene que reorganizarse. Aguantan hasta cierto nivel, y cuando lo sobrepasamos es cuando nos preocupamos. Esta razón es muy importante hoy en día, ya que es importante saber los limites de los sistemas, y las interacciones que tienen unos y otros para que ninguno sobrepase ese límite, ya que puede que algo que ocurra en un sistema desestabilice otro sistema totalmente diferente, pero relacionados.

Esto es algo tan difícil de saber que nos preocupa. El ser humano quiere pretender tener conocimiento de todo, aunque sepa que todavía se le escapa de las manos algo tan complejo. Es imposible tener una visión exacta de la realidad con todos sus componentes, pero hoy en día el ser humano tiene muchísimo más conocimiento de la realidad que hace unos pocos miles de a?os, aunque todavía sigue siendo un peque?o esbozo de lo complejo que puede llegar a ser todo.

Según mi opinión, gran parte de esta preocupación por conocer la complejidad de los sistemas y su funcionamiento, es por nosotros. Nos preocupa que se nos escape de las manos controlar aquello que nos rodea, y no tener conocimiento de lo que nos pudiera pasar si esto continuara de esta forma. Así es, que el ser humano ha invadido todo el terreno y se ha introducido en cada sistema terrestre, o casi todos, e incluso ha influenciado a los sistemas acuáticos con sus desechos, y pronto será terreno necesario para colonizar por falta de espacio. Por ello, y nuestro incesante crecimiento necesitamos tomar conocimiento de nuestra realidad, de nuestra relación con aquello que nos rodea y de las consecuencias de nuestro intrusismo en un medio en equilibrio, además de tener conocimiento de hasta donde podemos llegar para que ese equilibrio no se pierda. Debemos ser consecuentes de que tenemos que mantener el medio inalterable, o en tal caso, con un mínimo de perturbación, las cuales puedan ser absorbidas por el sistema en su conjunto, y podamos seguir creciendo sin hacer al sistema inestable.

Otro de los grandes problemas de la complejidad de los sistemas, es que sólo unos pocos tenemos conocimiento de ello, siendo gran parte de la humanidad ignorante al respecto. Es la codicia del hombre la que nos lleva a esta preocupación de pocos, mientras que la preocupación de los ignorantes es: cuánto dinero podemos obtener o cuánta más energía podemos conseguir, sin preocuparnos de las consecuencias de esta explotación masiva. Por tanto, no sólo es importante conocer que esto puede ser así, sino también es importante que cada uno de nosotros sepamos la importancia de la Ecología hoy en día para el futuro, y más que nada de forma preventiva, pues no es más que una manera de preocuparnos por nuestro futuro.

Hoy en día es muy difícil encontrar un sistema totalmente inalterado por la especie humana, y eso debemos tomarlo en cuenta al estudiar la complejidad, ya que afortunadamente o desgraciadamente el ser humano se encuentra en equilibrio con cada sistema del planeta y cada uno de esos sistemas se encuentra relacionado de muchas diferentes formas con otros muchos, y por tanto la inestabilidad en uno puede llevar a inestabilidades en otros, incluso la destrucción de determinados sistemas. También debemos pensar que la Tierra no es un sistema complejo compuesto por subsistemas pero aislado del resto del universo. La Tierra interacciona con el espacio, y su equilibrio esta regulado por otros muchos factores, como el sol, la Luna y otros planetas que influyan. Incluso hechos aleatorios podrían desequilibrar la Tierra, como por ejemplo la llegada de un meteorito, de tal manera que la Tierra deba reorganizarse bruscamente para no destruirse.

Después de todo esto, nos olvidamos del componente más importante cuando intentamos estudiar la complejidad, y no es más que el azar. Debemos tenerlo en cuenta en todos nuestros estudios, y todo sistema se constituye de un componente azaroso de mayor o menor amplitud. Siempre intentamos explicar que todo, absolutamente todo, esta relacionado por algunos motivos, y que el azar no existe. Naturalmente ni todo ocurre por azar, ni todo ocurre por unas razones determinantes, sino que más bien azar y necesidad están en conjunción en mayor o menor medida en cada uno de los sistemas, y  que en algunos sistemas un componente puede resaltar sobre el otro ocultando a uno de ellos, aunque debemos saber que ambos componentes existen.

Pongamos un ejemplo de azar: todos sabemos que en la Tierra existían otros animales antes que nosotros, y que estaban totalmente adaptados a su medio y en equilibrio. Pongamos el ejemplo más conocido, los Dinosaurios. Se sabe que estos desaparecieron por la colisión de un gran meteorito en la Tierra que provocó un estado muy inestable del sistema llevando a la muerte a la mayoría de éstos. Imaginemos que ese meteorito no hubiera impactado contra la Tierra. El mundo sería una visión paralela a éste, donde a lo mejor nosotros no estuviéramos presentes. Por eso aunque muchas de las perturbaciones que ocurran tengan razones para ocurrir, hay que introducir un componente que es el azar y que puede hacer que la respuesta cambie de manera brusca.

Es una perdida de tiempo ponerse a discutir entre un extremo y otro, ya que no todo ocurre por azar, ni todo ocurre por necesidad, aunque estas discusiones siempre han sido importantes en el desarrollo de esta ciencia, y nos han llevado ha hacernos preguntas que no nos hubiéramos hecho. Por eso, en mi opinión creo que es bueno tener conocimiento sobre todo aquello que nos rodea, para así comprender la visión de la realidad, y poder predecir con mayor exactitud aquello que sea necesario saber, aunque nunca hay que dejar de lado el azar, ya que éste influencia en la respuesta del sistema de una forma u otra y puede hacer que nuestra predicción sea alterada parcialmente o totalmente, llevándonos a una predicción errónea.

Esta es mi opinión sobre este tema, en el que puedo estar equivocado o no, pero que hoy en día es motivo de estudio, y de importancia para todos nosotros. Todos aquellos que solo piensen que un sistema no es más que la suma de sus partes o que es un supraorganismo, puede que tengan razón; y todos los que piensen que todo ocurre por algo o que todo es por azar, tal vez en parte cada uno de ellos tenga razón. Por ello, la defensa de cada persona por una de estas corrientes nos ha llevado a una mayor comprensión. El resultado es que en realidad ninguno tiene razón, y la realidad es un punto mezcla entre todas esas corrientes.

Por eso de lo que no cabe duda alguna es que todos los sistemas son complejos, por muy peque?o que sea ese sistema, o por mucho que nos empe?emos en modelizar ese sistema. Por tanto para una buena comprensión de un sistema deberíamos saber todas sus relaciones con el medio, todas las relaciones dentro de sí, y estudiarlo tanto a una gran escala como a una peque?a escala. Pero ello es muy complejo, y debemos marcarnos límites, ya sea a escala o en componentes, para según nuestro propósito, se ajuste a lo que queremos.

Al final, en mi opinión, la culpa de toda esta preocupación es nuestra. Nos dimos cuenta de este problema tarde, y ahora nos aceleramos en encontrar una solución e introducir todo esto en nuestras vidas. Todo por la creciente demanda de materia y energía por parte nuestra, que hace que el impacto con el medio sea cada vez mayor, y más difícil de recuperar, que necesitemos cada vez más terreno para construir y asentarnos, y más energía para, según nosotros, aumentar nuestra calidad de vida, si se le quiere llamar de algún modo. Por tanto ahora intentamos introducir la Ecología en nuestras vidas, concienciar a las personas de que no deben hacer tal cosa o tal otra cosa, y que hacerlo puede traer consecuencias fatales. Pero es muy difícil conseguirlo, y se empieza por dar ejemplo y educando desde peque?o a ser respetables con el medio, dejando de pensar en nosotros y buscando opciones más ecológicas o herramientas menos contaminantes.

Ante tal visión de la vida uno se pregunta ¿Qué puedo hacer yo? Y ante tal pregunta yo te respondo: Nada, no puedes hacer nada, pero si millones de personas se preguntan lo mismo y no hacen nada, todo se derrumbaría como un castillo de naipes. Tu crees que no te servirá de nada, pero millones de granos constituyen una playa, es mejor hacer algo, aunque tú no creas que sirva para nada, que quedarse parado viendo como todo cae.