Incontrolado… excitado… hiperventilando…. en pleno ataque de locura, al borde del desquicio… en mi propio precipicio, cayendo sobre mí mismo, en mi propio vacío. Soy propicio de juegos, ¿acaso me crees imbécil…? entre tantos, es indigno. Porque miro ciego y no encuentro a nadie… porque veo a tantos, que no encuentro lo que busco… y
Dolorido ante el paso del tiempo, encorvado entre códigos, matando horas para no pensar. Alzo la cabeza y me come la madrugá, que ya pega bocaos a mansalva. Casi me trago mi cuarto de un bostezo, pero mañana en planta temprano. Todos los días perdiendo, horas de sueños… todos los días durmiendo por los rincones
Sueña conmigo… deja tus sentidos conmigo, pierde esos latidos, junto a mí… perdidos, soñaremos que estamos hundidos, bajo sábanas, y que escapamos de todo lo que ahí arriba pasa… no dormimos, porque en sueños sigo contigo… y caminamos solos hasta el precipicio… no para caer, sino para ver el horizonte allá perdido, para susurrarte al
Persigo mi sombra caer… entre los versos que dejan entrever… persigo mis sueños sin saber, que no sé que persigo… y los consigo, y los mimo, y los dejo, porque tal vez, todo vuelva a suceder… todo otra vez… el insomnio que no se sacia, las lágrimas que salen a altas horas de la madrugada…
Cuando no puedas dormir, levantarás, buscándome a mí, yo ya no estaré allí, me fui, y me perdí, en sueños por ti. Ya no quiero tenerte junto a mí, ya tu calor asfixia, y no seré yo quién te aprese. La verdad es que mis ojos duelen, cuando no quieren dormirse sin resistirse, saben que
Y llegará el día en que despiertes y no sepas quién eres, a quién tienes a tu lado, con quién vives o a quién amas, llegará ese día y te asustarás… tu latido comenzará a acelerar, tu respiración resultará con dificultad, ganas de vomitar, el suelo bajo tus pies se mueve y caerás… y cuando