Creen que el mundo gira sobre ellos, crees que el mundo te llora cuando te ve, tu aguantas y te ahogas cual esponja al contacto con el agua, y absorbes lágrimas, lágrimas junto a deciciones, y te callas. No comprenden, que para mí el sol no tiene importancia, porque vivo en penumbra desde hace años que decidí arrancar mis ojos y dejarlos sobre la mesita, junto a mi lengua, y escucho a la sociedad porque no me queda más remedio mientras mi piel se desprende.. pronto no me podré defender, y todos sabrán lo que nunca supieron ver.

Pero al no comprender te ves en una situación, a veces, la cual, no vale la pena pensar. Y cuando intentas comprender qué es lo que le pasa, o el por qué de una forma de dañar, te cansas. Te cansas de jugar a las adivinanzas con personajes que te importan pero te absorben hasta dejarte sin nada. Te cansas de cambios de personalidades que te matan, de engaños y olvidos, y de espadas de doble filo. Por eso desisto, y cuando tú te conviertes en sol yo emigro a una galaxia tan lejana que tu gravedad no pueda conmigo, pero a veces siento que giro y giro y poco a poco me absorben hasta creer que voy a colisionar de nuevo contigo, entonces me desintegro y muero al contacto de tu fuego que me daña cada vez que intento una caricia.

En realidad al sol no le importa nada, el se ilumina, y no necesita leña, se la repampimfla esté o no esté girando en su órbita. Por eso, a veces no comprendo, por qué cuando no tengo fuerzas de orbitar por su campo de gravedad, él se enrabia e intenta quemarme con sus llamas, cual sol cabreado que entra en fusión para explotar.

¿Pero sabes?… Que me da igual, vamos…

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Escuchando: Sniper – Du rire aux larmes