¿Qué más?

Preso de libertad in etéreo cuerpo ante el paso del tiempo. Es el tiempo, condena del verso, que queda intacto ante tantos años. Tan sólo escribo, hasta perder las manos… cortarlas no es un paso. Actos arcaicos de condenados a la ausencia de decisión. Libres condenados a no saberlo. Con tu tiempo yo me hago 

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Dime cuántos años..

Desde pequeño, siempre supe que fui ser inferior, todos siempre, mirando por encima de montes propensos a señalar con el dedo. Ahora, el pequeño, ya no deja que tu dedo le golpee, rompo metacarpianos propensos,  a señalar algo para lo que no están preparados. Y levántome, cada día más fuerte, para vencerte, perfeccionando dementes entre 

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