Mientras otros dormían, yo consumía… letras, un mundo de rimas. Una vida… mientras otros dormían, yo creaba lo que ahora mi cabeza no termina. Respirar es la misiva, mientras las palabras se amontonan en mi tráquea y me dejan sin aire… respira.

Ahora, es imparable. Insaciable, un monstruo inagotable de rimas, que miran cada recóndito de tu vida, para hacerte más fuerte. Pero, empiezas sin final, sin misiva, empiezas algo después de romper tu vida… y decides, que ya no habrá más comienzos, y tras tantos años, seguir escribiendo. Empezar a empezar… y tantos que se quedan atrás.

Yo encontré mi guerra, mi remedio y mi constancia. Yo encontré una terapia. Una mente que se escapa y se plasmaba en una pantalla. Ahora, después de tanto, ninguno es imprescindible, para continuar andando. Por eso, este lugar sigue abierto, sigue despierto, sigue teniendo letras y sigo escribiendo.

Porque versos, es la vida que tengo… porque este lugar es mi templo, y no podrás con versos… no podrás con versos.

Mode: Guerrero
Listening: The Game – You Are the Blood