Yo, lobo.

Desquiciado insomne soldado… mentiatado, ahogado en un mar de neuronas muertas… cabalgando en el silencio de la noche, con ojeras… no importa, porque ya tiempo no queda, el sueño no llega, no hay tiempo para crearlo… y por ello, días continuos levanto. Me vuelvo a ver en el reflejo al despertar… no sé encontrar, quién hay detrás, muriendo a cada día un poquito más. No logro conciliar, mi existencia, mi porqué, de esta condena… mis manos que golpean, teclados y no cabezas… la lucha que crean dentro de mi cabeza… voces que llegan, y no encuentran mejor condena que interrumpir mi vida con sus ruidos… desquicio, hasta el borde del colapso y revivo… mi piel se rompe y me hago más fuerte… no entienden… la mente débil no tiene opción… o se hace fuerte o se hace fuerte… y cada vez más fuerte, llevo conmigo el peso de toda mi debilidad, arrastrato hasta no poder más… nunca hay un final, nunca hay un acabar, hasta que la rendición llegue a tu vida, hasta que te olvidas de respirar y dejas ir tu vida…

Asumo mi vida y mi condena, mis actos y mis hechos… no viviré tu juego… lo veo, veo como tu mirada concentra ese odio, esa superioridad de que tu vida, es mucho mejor que la mía… pero no me importa… porque lo único que siento, es pena… tanta… que creo que alguna vez recapacitarás y te verás en el espejo… entonces… desearás no verte, ni ver mi silencio…las personas no se valoran en un presente… una persona es un global, un conjunto de tiempo y hechos que van desde que naces, hasta que mueres… y será ya después de muerto, cuando todos sepan ver qué fue aquello que fuiste. Por ello, morirás lleno de remordimientos, lleno de dudas y de miedos… y nuestro reencuentro será, si existe, en un infierno… allí gritarás tanto que yo tan sólo podré sentir una cosa… pena, de nuevo.

Pero el tiempo pone a cada uno en su lugar… y si te da tiempo a ver, sonreirás… sabrás apreciar, y valorar, tus hechos para no encontrar una completa inutilidad a tu vida. Todo el mundo se parece conformar con tener los pies en la tierra y mirarselos… nadie me enseño a mirar las nubes y llegar a lo más alto, todos se empeñaron en hacerme ver que yo no podría conseguir aquello que me propusiera…

Se equivocaban…

PD: Es ese sentimiento, de levantar y levantar, hasta morir… el que siento. Esa rabia mala, que me ciega y me hace sacar fuerzas de donde no las hay para volver a levantar… esa rabia que no ataca, sino que te muestra que jamás podrás pararme… ni tú, ni nadie.

Mode: Mi límite está en el cielo
Listening: Eminem – Amityville


One Comments

  • Francisco G.P. viernes, 2 abril, 2010

    Prueba de comentario con la cuenta de twitter

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