Vivo a lo lejos, muero dentro, de corazones vivos. Versos quedan con párrafos para dar una vuelta, mientras más allá de mis ojos, es impotencia lo que tras la pantalla me roba la paciencia. Cuento las horas, los días, y me sobran dedos para encontrar un momento y dejar aquí unas letras. Tiempo, es lo que quiero gastar, con tus besos. Pero, en cambio tengo que malgastarlo en algo productivo que en vez de darme, vida, me la quita. Más allá de las horas que marca el reloj, este lobo llega al extremo sin ser viejo… siente recelo de la luna, y le aúlla mensajes, que ya quisiera dar.

Pero, pero y más peros… si es que en mi cabeza sólo encuentro manzanos por mucho tiempo. Y sembrado en mi frente, hay 4 hileras de patatas… que con el relente ya no es temporada. Así, que este que aquí se presta, a cambio de que le roben un poco más de sus sueños, se deja… caer, para que mañana, muerto, vuelva aquí otra vez.

No es, pero es, lo que es, y debe ser, lo que no es. Pero en vez de ser, nadie sabe lo que fue, porque tantos ciegos no pueden gritar mientras se ahogan… aunque vean como el agua les entra por la boca…

Mode: Soñando… soy un producto de tu visita… «Qué hora son, mi corazón»
Listening: Manu Chao – Me gustas tu