Dos t?rtolas

?l se encontraba en la mitad del puente de los desamparados, era de noche, s?lo se escuchaba el sonido de alg?n que otro perro asustado y del frio viento acariciar los ?rboles. Miraba hacia abajo con ojos brillantes, intentando averiguar que era lo que el puente le dec?a. Sus pies se acercaban a la baranda, y s?lo su equilibrio lo manten?a lejos de las aguas que tantos desamparados se hab?an tragado. Pero una cuerda lo aseguraba y a la veZ lo asesinaba, pues rodeaba su cuello. En su mano, un colgante de una t?rtola, en su cuello la compañera. De sus mejillas corr?an las l?grimas que finalmente se fund?an con las aguas que circulaban bajo su mirada.

Nadie sab?a que all? estaba, nadie habr?a que lo parara… a la mañana, una silueta de un cuerpo que colgaba, se distorsionaba con la niebla del alba, su cuerpo fr?o y r?gido segu?a agarrando el colgante en su mano, y en su bolsillo dej? una nota escrita para todos aquellos a los que les deb?a un motivo…

«Siento no querer seguir vivo… siento hacer daño a todos aquellos que me han querido… pero es lo que he decidido… no mereZco estar vivo… y as? lo he elegido»