Siempre ha sido bajo la luz de un flexo, cuando afloran mis m?s profundos sentimientos. Me noto sin aliento, cada vez que veo lo que tengo, y lo que quiero, y que no puedo. Porque es tu mente la que es diferente, a la de ellos, la que se mete muy adentro y empieza el tormento, de que no puedo, con todo lo que tengo. Esto no es un juego y creo que s?lo es mi comienzo, a un lejano entierro, entre l?grimas de los que hoy en d?a veo que no los tengo.

Entonces, a?oro aquellos tiempos en los que todo el mundo parec?a sincero, donde no les buscabas lo que realmente buscaban, y pasabas los d?as sin dedicar un s?lo instante a esta desgracia. Hoy d?a estoy harto ya, pero mis quejas no sirven de nada, y no es m?s porque nunca har?n nada, por mucho que yo grite cada una de mis palabras.

Puedo decir que los reyes de Espa?a tienen lujosas casas, yates, y viajes a donde les da la gana, y que eres t? el que se los pagas, con el sudor desde que te levantas a las seis de la ma?ana, hasta que te acuestas reventado en la cama. Puedo decir que existen personas que roban para comer y van a la c?rcel, y otras que roban, visten con traje y siguen en la calle. Puedo decir que fue el hombre el que dibujo las diferencias, y las fronteras, entre las tierras que siempre fueron ajenas. Y lo triste es que esto no es nada todav?a, porque por poder podr?a decir muchas m?s, para ti, ser?an mentiras, y ni siquiera las leer?as.

No me importa que te r?as mientras los dem?s se creen tus mentiras. Porque podr?a decir que la pol?tica no es m?s que mentiras. Al pueblo no se le representa con una letra, entonces, para que votar cuando nadie te va a representar. Al final, terminas aislado de esta maldita sociedad, que han creado para sacar tu peor lado. Quedas atemorizado, y encerrado. Tu propia casa es tu c?rcel, tu libertad es la que ellos te quieran dar, y la que los dem?s te permitan ostentar. No dobles la esquina porque te van a robar, cuidado ni?a, te violar?n, y luego en el juicio te culpar?n por provocar.

Mentalidad que es inculcada por la educada de tu casa, la televisi?n de la sala, que casi nunca se apaga, y te convierte en un conjunto de ilusiones y mentiras provocadas por tu mentalidad frustrada. Apaga, apaga? apaga la maldita caja, y sal de tu casa.

Tal vez creer?s que exagero, que me voy a un extremo, pero, si no veo el t?rmino medio? creo que estoy ciego, de motivaci?n, de dolor y de raz?n. Pero qu? m?s da, si al final esto no sirve para nada. Que m?s da si se me van las fuerzas para luchar?

? por nada.