Te olvido… para ti, terminó tu ciclo… ya no te repito… ni te dedico… ya no te busco ni te explico… sólo te olvido… debido, a que lo complicado no es lo mío, y busco, lo sencillo… tan sólo te olvido… te escondo y te cambio el latido… te paro los suspiros, y te inspiro…
Todo comienza en la noche… en cada noche… en la cama… todo comienza en miradas… que se pierden entre sábanas, mientras nada, se vacía… mientras palabras callan… mientras yo despierto entre pesadillas y no hay nada… mientras me resisto, a pesar de toda esta rutina… las noches se convierten en mi tranquilidad o en mi
En mi vida… en mis suspiros… en mis delirios… en mi poesía… en mi camino… yo no puedo luchar contra mí mismo. En mis palabras… en mis besos… en mis depresiones… en mis lágrimas… en mis recuerdos… yo no puedo ser el que siempre quiso ser. En mis ausencias… en tu presencia… en tu boca…
Tras los segundos que marca la manecilla… camino, paso a paso, e inspiro… suspiro, tras las horas y cierro mis ojos tras un día y otro, pero… no es cierto… porque los días se hacen eternos, y confusos… mientras mis sueños se hacen difusos, entro en una espiral de consumismo, dependencia, y distorsión… la realidad
Poco a poco… recorrer tu cuerpo con palabras que acarician tu piel… poco a poco, susurros perdidos en la noche… sin viento, no hay miedos… sin suspiros, no hay sentidos, he ido y vuelto por caminos, mientras mis sueños se han perdido, cumplido o rendido… ya siempre siento estar herido… mecido por la locura en
Tic hace el reloj… y se olvida del tac… suspiros se escapan sin volver a inspirar… miradas se clavan en algún lugar para poder pensar… la música acaricia mi alma mientras mi tacto golpea suave un teclado… preguntas y preguntas esperan sin obtener respuesta… mi reflejo en el espejo me hace recapacitar… «¿Quién soy yo?