A escondidas…

Latidos, perdidos entre las hojas de libros, versos, perdidos en tus cuadernos, y aún así predicas… que eres POETA. A escondidas, escondiendo tus propias letras, para que nadie las lea… He ahí la ironía de la vida, el poeta expone en cada letra, su vida y se arriesga, al robo y posesión de su respiración, 

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