Y me detuve, en medio del camino, a divisar mi estado… Nadie vino, nadie me notó parado, ausente en pasado, presente, en realidad… El sol sigue callando, mientras los días mueren por algo… Cansado, agotado, expulsado de mi cuerpo, y observando… Cuán estúpidos son actos, cuán vanas las palabras, cuánto se ve más allá de
Un nuevo amanecer aflora. El volver a abrir los ojos después de unas horas, y te aferras a la realidad porque no queda otra. Mientras tus propios fantasmas lloran, no queda más que consumirse. Yo vi un lugar donde dejé de existir, permití la ausencia en mi interior, y sobreviví… ahora, me alejo de mí.
Inmerso en un profundo insomnio, sueño que duermo y no despierto… El paso del tiempo es etéreo, verso a verso, me entero, de que cada vez soy más viejo, de que ya llevo tiempo, y de que mi tiempo, son noches y noches donde no duermo. ¿Bueno? Probablemente no… Pero permanezco… Mi dosis, tu dosis…
Y en el tiempo, persigues sueños. Te encuentras con espejos, sin reflejos y rotos. Perdidos en el inmenso, pero con vistas a la Luna. La vida, es relativa, pero ninguna vale menos, y casi siempre es injusta. Y con versos, no se come, pero mis versos no matan. Tampoco llegan, a quien hace falta… Yo
Versos de sueños, sueños de deseo, tiempo sin veros, eterno luchar pierdo, y siempre pierdo, resignado a encontrarte en sueños. Mi esperanza es la mañana, encontrarte junto al alba, para que mis mañanas, sean eternos y llenos de otro mañana… Me, puede, faltar, el respirar, pero es cuestión de parar, inflar pulmones y dejar escapar…
Y dias mueren con la rutina, la vida, queda en pausa por misiva, y tú, derivas, por hechos con ira. Y tu tiempo muere con tonterías, y tu vida, muere por sus tonterías, y mi vida se va en proceso de las suyas. Pero, yo recupero, y muero, más que ellos. Igual que morir más,