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– ?Qu? piensas hacer conmigo?

– No s?, no tienes remedio. No tienes soluci?n.

– Entonces por qu? te preocupas, no tengo soluci?n, no servir? de nada molestarte.

– S?, pero?

– No quiero seguir aqu?, dec?dete?

– Esta bien, tu lo has decidido? tu crear?s tu propia condena, ser? lenta, pero me dar? un margen, por si cambias de opini?n.

– Si eso es lo que crees… acortar? mi condena.


One Comments

  • Nadia_Yozahandy miércoles, 27 octubre, 2004

    no hay condenas ni recompensas… solamente las concecuencias de nuestros actos… dan dolor d cabeza¿verdad?… un saludo Mr reflexiones y un abrazo..

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