Este teclado se convierte en mi piano… al que acaricio cada noche cuando nadie está a mi lado… y poco a poco vas comprendiendo, que estás cansado, y que no sabes ya si eres el bueno o el malo, porque ambos, en esta peli, son seres solitarios.

Y es la noche mi eterna mártir que viene a agonizar sus últimas lágrimas y a no dejarme dormir… es el latido cada vez más lento y pausado de mi corazón, mientras mi conciencia va pensando que uno nunca debió decir que está acostumbrado a estar solo… porque hasta el mayor de los lobos, aulla a la Luna, porque sabe que está solo.

Pero uno acepta su realidad, porque se la meten por los ojos, y éstos al ver que no pueden soportarlo comienzan a intentar lavar todo este daño que están visualizando… y lloran, y lloran, hasta que se dan cuenta que sus lágrimas no pueden borrar la realidad que se refleja en sus ojos, hasta que aceptan la realidad como parte de su realidad.

Y los sueños son pequeños cristales incrustados en el cielo, que escapan a ese concepto… tan real… pero que engañan a tu mente, y la distorsionan hasta el punto de hacerte distorsionar tu realidad.

Y si sirve de algo decir palabras que no sabes ni por qué las tienes que decir para arreglar algo… lo siento… lo siento… lo siento… porque sabes que ya nada puede ser arreglado… las repites, una y otra vez, hasta que desde el estómago empieza a subir esa sensación… y tus ojos no pueden parar… y poco a poco van nublando tu vista hasta sentir que ellas comienzan a correr por tu mejilla… lo siento… lo siento… lo siento… y si me perdonas, dime por qué te estoy diciendo esto… porque ya ni siquiera sé por qué tengo que hacerlo… por qué estas lágrimas de nuevo… por qué este intenso dolor en el pecho.

Tal vez, si abres el cajón de tu mesita de noche… verás que aún está ahí… mis latidos perdidos por ti… y que me estoy volviendo loco de tanto buscar… y que yo no sé que hacer ya… para volverlos a encontrar…

Tuve que olvidar sin razón y lo hice… tuve que aprender a estar junto a soledad sin buscarla, y lo hice… tuve que aceptar que soy lobo, y hasta aullo… tuve que ver la realidad con mis ojos, para querer arrancarlos, y dejar de ver… pero… tuve que aprender a no amar, cuando amaba, y eso no se puede hacer con unas sencillas palabras… eso se hace arrancando parte de tu corazón y devolviéndoselo a la persona que ya no lo ama.

A veces preferiría no ser yo… pero por suerte o por desgracia yo soy así, y seré así, y siempre fui así… porque no se puede esconder esa parte de ti, que te define precisamente a ti… y sin esa parte, tú, no serías tú… y eso… eso no se puede cambiar… da igual cuanto te quieras engañar.

Mode: Yo
Escuchando: Amel Bent – Pardonnez-Moi