Se despert? como todos los d?as, ten?a fr?o y estaba destapado, desorientado, y sin abrir los ojos busc? el reloj de pulsera que siempre dejaba en la mesita de noche, el cual, siempre encontraba al segundo o tercer intento. Por la ventana entraba una brisa que te helaba hasta el alma, pero como siempre, ?l no ten?a ganas de levantarse y pisar el suelo descalZo para cerrar la ventana, que estaba justo detr?s de la mesita, ya que la idea de un escalofr?o recorriendo todo su cuerpo, le hac?a mantenerse dentro de la cama.

Cuando el reloj pas? a ser propiedad de su mano derecha, h?bilmente intent? buscar la peque?a lucecilla que ten?a, y como todas las noches un bep son?, lo que le indicaba que deb?a golpear dos veces el mismo bot?n escuchando otro bep y luego un bip final, porque hab?a presionado el bot?n incorrecto. Despu?s de girar media vuelta el reloj y pulsar el bot?n de la misma posici?n de antes, una peque?a luz roja ilumin? el cuarto, haci?ndole ver que s?lo eran las cinco de la ma?ana. Ante tal panorama mir? a Shiva, su gata, que se encontraba en el poyete de la ventana mir?ndole fijamente, instante en que una moto pas? con su cordial sonido, a todo gas, por la carretera a la que da su ventana, haciendo que Shiva se levantase. Alarg? su braZo y con suavidad cogi? a Shiva, llev?ndola hacia una esquinita de su cama, para que volviera a continuar su sue?o. ?l, se qued? mir?ndola un peque?o instante terminando por desplomarse sobre la almohada y tap?ndose para continuar su sue?o.

Una hora despu?s se volvi? a despertar, volviendo a coger el reloj, y viendo que eran s?lo las seis de la ma?ana. Mir? a Shiva que segu?a en la posici?n dejada hace una hora, y luego gir? la cabeZa hacia la ventana, d?ndose cuenta que pronto tendr?a que poner una manta, ya que una brisa fr?a segu?a entrando por ella.

Una hora y 28 minutos m?s tarde se volvi? a despertar, esta veZ intent? encontrar el m?vil que tambi?n se encontraba en la mesita de noche, para ver los minutos que quedaban para que sonar? la alarma; y para su mal pesar, se dio cuenta que s?lo faltaban dos minutos. Entonces se dej? caer en la cama sin soltar el m?vil y cerr? los ojos. Totalmente consciente y sin volver a caer en el mundo de los sue?os, esper? esos dos minutos hasta que sonara la alarma.

Finalmente, un parpadeo despu?s, la alarma son?, y un segundo despu?s la apag?. Como por una maldici?n, se levant? sin protestar, sin decir nada, sent?ndose, y qued?ndose pensativo mientras el fr?o que entraba por la ventana le congelaba el pecho, y los pies descalZos al contacto con el suelo cog?an fr?o. Shiva se despert?, y ?l se qued? mir?ndola.

Un momento despu?s se gir?, y mir? hacia la cama…