Dime ¿de qué sirve ser poeta en tierras ajenas, en un lugar donde la mirada se pierde buscando letras, cabezas? Desesperas… y la falta de fuerzas es tu lema, competición, si no hay rival no hay don, y poco a poco crezco pero lento, ante la actitud de años en los que los escritos siguen
Miles de fantasmas rodeando mi cabeza… miles de lagrimas gritando «dejadme en paz»… miles de voces que me traen por el camino de la locura… miles de versos a la espalda… es el peso de las letras el que me llena de cansancio cada día cuando me levanto… sonrisa de niña que me enseña que
Es como una fuerza… como un reto… que te hace permanecer en pie… aunque no puedas… aunque no quieras… es el sufrimiento… lo que te da fuerzas… el corazón… lo que nunca para de latir… y tus pulmones que insisten en perturbar el aire, forzando el inflado… es como si mi objetivo no fuera estar
Es sólo una mirada perdida a un teclado a oscuras… con una canción como guía, y miles de pensamientos que pasan por mi cabeza… que son cazados y se convierten en letras… la verdad, es… que no entiendo la vida… o la filosofía de vida que tienen los demás… no pienso nunca aceptar eso, aunque
Mírame a mis ojos cansados… mírame y dime que no están gastados… dime que no ves una gran muesca de cansancio… que no gritan querer soñar cada noche en la seguridad de tus brazos… estoy harto… tan cansado… de no tener fuerzas para seguir adelante con lo planeado… dime que algún día te tendré a
Silencio como el viento que golpea tu cuerpo y no silva por respeto a la diosa de los deseos… miradas mudas que visten de luto mi alma y de rojo mi corazón… he perdido a la razón… ¿Dónde estás loco romántico del siglo XXI? El amor ya no existe como tu lo vives… te pierdes…