Latidos lejanos

El odio, es capaz de llevarte a la ruina. Tu odio, no cambiará nada, incluso después de tus hechos. El odio tan sólo genera más odio… y es mejor dejarlo de lado y seguir los pasos, aceptando que la impotencia no es tu rival, son los hechos erróneos los que te llevan hacia un camino por el cual, cada vez será más complicado escapar. Jamás se sabe más que los demás, simplemente porque los demás son más. Jamás podrás decir que cada paso fue correcto y que todas tus decisiones fueron la mejor opción… jamás sabrás eso, incluso después de tiempo. Porque consecuencias pueden llegar incluso después de mucho tiempo… porque el dolor puede aparecer incluso después del olvido, y sin motivos. Nunca fui experto, en decisiones en cubierto.

A veces, me miro… el espejo llega a ser un reflejo perfecto conmigo, salvo que él sabe reflejar el mundo en el que vivo. Su mundo está vacío, y aunque este esté lleno, el que permanece conmigo, en momentos siento lo mismo. Si las fotos en las que estás conmigo fueran reflejo del alma, sabrías inequívocamente que mi alma fue capturada en esa foto en la culminación de aquello que llaman felicidad. Y es complicado afrontar los pasos sin tocar ni aproximarse siquiera a ese momento en mucho tiempo. Por ello, la falta de calor, la falta de tacto que traspase mi piel, y toque mi corazón, es una enfermedad de los nuevos tiempos pero que existe desde mucho y se llama soledad. Algunos aterrados no aguantan ni un solo paso, otros en cambio, luchan por no dejarse vencer aunque a veces se pregunten el por qué ha de luchar para no temer a la soledad.

Llega a aterrar, dar pasos sin más, intentando crecer y a la vez mantener cierta seguridad. Pero la realidad es, que temo en cada paso, temo errar en cada decisión y temo hacer daño de nuevo a mi corazón… pero no temo a vivir, ni a afrontar los errores… yo me debo a un sentido, y ese importa más que todos los demás, y ese, ha de tener latidos.

Mode: Latidos lejanos
Listening: K-Ci & JoJo – Get Back