¿Cuál es la razón por la que muere un corazón? Son latidos vacíos y sin son… Mírame a los ojos, y dime, ¿de qué color son mis sueños? Si ando perdido entre ilusiones, caigo, caigo, y levanto, pero el que quiere algo, ¿siempre ha de costarle tanto? Tu y yo no somos enemigos, ni amigos,
¿Y de qué sirve follarme, si en el fondo de mí no ves a nadie? Besarme, sin sentir nada, desearme, y cuando me tengas, no quererme… ¿Qué es sino el capricho, de cuando te miro y no te tengo miedo? Si es que yo siempre fui un enfermo, versos, rondan mi cabeza, ideas, que mi
Poeta que escribe para vos, he aquí yo, en cuerpo y letra, y sin voz… un corazón, y sangre como tinta de dolor… Color rojo sangre, y negro como el fondo de mi corazón, oscura mi alma, con o sin razón, perdido y errante en adiós… Voces en eco aquí dentro, latidos dispersos, y perversos,
Aquello pequeño que queda olvidado en tu recuerdo… Esa mirada que observa tu sombra crecer… mientras andas… Esa sensación de ver al final de la calle, a través de los coches que pasan… Esa pared que te retiene y esas ganas de caer en rojo… Esa diferencia que te lleva a la indiferencia… Ese andar
Y entre besos, no tenerte. Entre deseos, irme. Después del beso, silencio. En tus ojos, mi suspiro. Y ahora aquí, con la noche amarga, tras un dulce contigo, esa maldita cama, se hace inmensa y eterna, fría y vacía, y maldigo, a tu cama, que te abraza, y a tu almohada, que te besa… Ni
Bajo mi corazón un día escribí… «Cuando quieras te dejaré ir… pero, si te fuiste jamás me volverás a sentir…» y seguir… escribiendo para cuando llegara el momento… supieras verlo… roto, y recompuesto, herido y curado de nuevo, si te lo llevas… devuélvemelo cuando te vayas… y déjeme intentarlo de nuevo… volveré a crear versos,