Días siempre largos

Cuando no puedas dormir,
levantarás, buscándome a mí,
yo ya no estaré allí,
me fui, y me perdí, en sueños por ti.

Ya no quiero tenerte junto a mí,
ya tu calor asfixia,
y no seré yo quién te aprese.

La verdad es que mis ojos duelen,
cuando no quieren dormirse sin resistirse,
saben que ya no te tienen,
y por eso predicen lo que viene.

Sueños o pesadillas,
sudores o gritos,
ya no sabes lo que significan,
por eso ya no te justificas.

No hay lágrimas
que valgan una mujer,
ni corazones que sufran taquicardias,
sólo hay versos transitorios
que cambian a mi parecer,
y vuelan de ella en ella,
hasta perderse en nombres diferentes.

Es lo que tiene ser poeta,
que amas a una mujer,
y le escribes letras,
pero cuando ese amor muere,
se siguen escribiendo letras.

Ya no hay destinaratia
para mis cartas,
ya no hay latidos para mi corazón,
ni fantasmas para mi alma,
por eso ahora vuelven los versos
hasta altas horas de la madrugada.

Al final todo vale nada

y yo podría escribir con mi lengua
muchos más versos en tu espalda.

Pero no estás,
y no quiero que estés,
dormiré y soñaré
y será pues
cuando acabe el día.

Días siempre largos…

Mode: ¿Poeta?
Escuchando:Violadores del verso


2 Comments

  • maRia martes, 5 junio, 2007

    My dear boy, la última frase lo jode todo.
    No me gusta nada.
    Entiendo de dónde parte, y poéticamente hasta es justificable, pero lo siento, no puedo admitirla.
    No te la admito ni de coña.
    Todo tiene un valor.
    Y todo nos curte.
    Sigue rimando.
    Da igual para quién.

  • Mis reflexiones... martes, 5 junio, 2007

    No me gustó a mi tampoco… por eso no es la última frase… 😉

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