Guerra tras guerra

Son miles de resignaciones que me hacen morir… miles de impedimentos que me mantienen preso… no quiero dinero… pero la sociedad te apresa si no lo persigues… huyo, y hoy no quiero rendirme a lo que tu orgullo te dicte… imprimo versos en mi mente… y mientras suspiros se pierden, mi libertad desciende, me mira 

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Resistente…

Un día más y otro… cansado… la palabra es una forma de comunicar… si yo pudiera me arrancaría las cuerdas vocales para no tener más por lo que sangrar… detesto gastar tiempo hablando… y prefiero ahogarme con mi saliva antes de continuar mostrando la realidad a aquellos que no saben mirar… te aguantas… esto es 

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Una calada más…

Y si fumara, le pegaría una gran calada a la vida y diría… «Déjame soñar… Perseguir mis sueños hasta reventar… Vomitar hasta limpiar tu pesar… Arrancar pensamientos y recuerdos… Hasta hacerme daño queriendo… Llámame loco… Pégame mientras no lloro… Róbame lágrimas hasta que te canses… Que ya no puedo más… Envenena mi vida… Hasta no 

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Me paro…

Poco a poco, respiro… y me atraganto con lo vivido… he servido de palabras de miles de bocas calladas… manos que teclean sin parar… hablar sin hablar… escribir sin pensar… pensar sin parar… amansar la vida y ocultarla al andar… no ver el alba, y respirar… tan profundo, que tragas hasta el sol que se 

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Momentos…

Y cuando crees que todo está parado… cuando tu preocupación se extrapola a cosas tan gigantescas que te abruman… cuando la mirada se pierde entre el movimiento del mundo, entre miradas, entre cuerpos… cuando ya no sabes lo que deseas, si llorar o salir corriendo… me siento un autómata escribiendo… me siento un ser solitario 

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Esto…

No escribo… no escribo porque me como el tiempo y no digo… que esto sea un oficio… si un día me retiro… fui un suspiro en la red… alguien que te hizo pararte y pensarme… esto es así… yo no predico que soy uno de los buenos… nunca mis escritos fueron tan buenos como para 

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