Puedo soñar, despierto mirando la noche, pensar, y buscar, entre recuerdos hasta encontrar-te, ver, más allá del futuro en mi pasado… y volver después del parpadeo, con un suspiro que se escapa, cuando de vuelta, no te veo. Me veo, en el espejo, tras insomnio de noches que me deterioran haciendo eterno el tiempo, sintiendo-te
Soy luchador, de profesión, un cabrón… no, en realidad soy un soñador, surco despierto, odiseas en noches mientras todos andan muertos… mira mi bostezo, con estos, colmillos, me como hasta el más obeso… pero, el tiempo, es mi más temible enemigo, aquel que me hace perder el juicio, y paso noches en vela encontrando de
Lentos pasos, hacia algún lado, destino de caballeros derrotados, poetas sin bellas damas para dedicar, lagrimas que escapan sin saber donde van… Y tú, no estás, y yo me voy, y tú, te vas, y todo sigue igual… Torpes deseos, de un soñador insomne, creencias de un científico que busca pruebas, habladurías que se pierden
Soñadores, dejen de soñar, al igual que perdedores, dejen de perder, levanten… no traguen y marquen, la señal, tan alto, que tengan que inclinar, sus cuerpos para mirar… no hay más… piensa por ti y no por nadie, anormal… deja la vida a la deriva y no sigas, a nadie, crea, caminos que abran otros
El golpe de mi dedo contra la pieza del tablero… la caída de un rey aún teniendo a todo su ejercito… en el comienzo del juego, dejo el juego… mi espejo roto refleja mi derrota o mi abandono… mis suspiros, la desilusión… mi cuerpo abatido, es síntoma de las pocas fuerzas que restan para continuar…
Seremos objeto de conciencia, recorreremos recovecos entre nuestros recuerdos, violaremos leyes a diestro y siniestro, seremos perdedores entre campeones que se abrirán paso a golpes, porque somos seres soñadores, encontramos y perdemos la ilusión al instante pero la cuestión es que aquí estamos… y fracasamos. Nos hundimos en nuestro llanto y no sabemos de dónde