Y a la carrera te lanzas, 100 metros lisos que son tu vida, y perder no está permitido… por lo menos hay que llegar al final, y sin más, ahora te encuentras todavía con la cabeza mirando al suelo… la carrera comenzó hace años ya… y aún quedan por delante muchos más, pero tu sigues
Es complicado controlar las ilusiones… cuando ya las has perdido todas… es complicado explicar lo que es no tener ilusiones y creárselas bajo el más mínimo atisbo de esperanza… pero esta última te mata, porque te hace esperar algo que sólo tú has creado, y bajo este bucle autodestructivo, te encuentras perdido… y pierdes las
Presente… indago sobre la daga que se clava poco a poco donde más daño haga… acallo las palabras que de mi cabeza amenazan, y la vida se aplaza… suspiros apresan, y hechos se desprecian, la realidad te condena, a abrir los ojos y jugártela… la pereza te retiene en tu cabeza… la fuerza te posee
Persigo mi sombra caer… entre los versos que dejan entrever… persigo mis sueños sin saber, que no sé que persigo… y los consigo, y los mimo, y los dejo, porque tal vez, todo vuelva a suceder… todo otra vez… el insomnio que no se sacia, las lágrimas que salen a altas horas de la madrugada…
Y la ciudad suelta un suspiro que en vez de aire es fuego que quema tus pensamientos omitidos… yo despierto de mi vida, y ahora tengo que medir mis palabras, medir mis distancias, medir mis colmillos, medir mi alma por si acaso te matan… ya no me importa, y no diré nada, no me importa
Olvídate de lo que vives y de lo que exiges, olvídate que existes y que estas letras tienen propiedad, olvídate de mi, de ellos y de estos versos para no tener prejuicios al leerlos… olvida que nos conocemos, que mi vida es algo más aparte de mis textos… olvida todo aquello que pueda hacer que