Tanto decir que viene el lobo…

Tanto decir que viene el lobo…
Y el lobo ya no está en el cuento.

Cerditos que ahora son parte de la cena, o que se fueron fuera y ahora tienen una buena vida cerda.

Caballeros solitarios, que ya no luchan por princesas lloronas en castillos. Ahora vuelan sobre dragones, con la esperanza de cruzarse a una dama a lomos de otro dragón.

Hijas de reyes que renuncian a su legado, para vivir, más allá de lo que su desdichado destino dice que debe hacer.

Este lobo, ya no tiene cuento, y sigue su camino, lejos de hilos argumentales, y narradores cotillas que quieren continuar sus historias. Tampoco, será, que veas su historia en la gran pantalla, ni con contratos millonarios, después de su crónica trabajando en cuentos.

Todo fue una serie de infortunios.

Tanto decir que viene el lobo…
Y este lobo, ya no tiene cuento.