Déjame ir…

En noches, soy mis manos en la oscuridad, teclear… la música deja paso, al circuito abierto pero cerrado… esa energía que fluye y desaparece en el golpe de una tecla… esa mirada, que ve como, todo lo que mi mente desea, se refleja para que lo lea… Las letras quedan impresas, atrapadas en una pantalla y lanzadas al mundo… liberando del peso a mi mente, y aumentando esa parte cerca del olvido donde quiero ser…

Es tan fácil correr…

Tan fácil, creer que lo que haces es demasiado… yo nunca seré suficiente, y eso terminará por matarme, nunca tendré un basta, hasta agotar los límites de mi realidad, y querer quedar vacío… pero me vuelvo a llenar, el agua vuelve a entrar, y yo tan sólo no puedo parar de achicar aguas… consiguiendo, seguir siempre a flote… aún bajo agua, seguiría tragando agua, encontraría la forma de llevarme el aire allí al fondo, y volvería a salir a respirar… no puedo parar, nadie puede pararme… y lo que no saben es que esto es una enfermedad. Soy tan dañino para mí mismo, que llego a mis límites, para volver a poner otro nuevo límite… y cada vez llegar más a mi propio extremo.

Algunos lo ven como un don…

Pero a la vez es un castigo, donde mi solución se encuentra tan cerca, pero tan lejos… que me rompo en mil pedazos cada noche. Es ahí… donde me dejo ir, a ese mundo donde todo escapa del control, y donde mi mente inconsciente, es la que dirige, sin darme cuenta… para castigarme con fríos despertares entre gritos, o hacer que jamás quisiera despertar, y volver a la realidad de un nuevo día…

Mode: Let me go
Listening: Linkin Park – From the inside