Déjame ir…

En noches, soy mis manos en la oscuridad, teclear… la música deja paso, al circuito abierto pero cerrado… esa energía que fluye y desaparece en el golpe de una tecla… esa mirada, que ve como, todo lo que mi mente desea, se refleja para que lo lea… Las letras quedan impresas, atrapadas en una pantalla 

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Tiempo al libro

Mis estrellas, no las cuelgo yo en mi cielo, igual que mis versos, carecen de sílabas… Mis libros, se cuentan por muchos, pero todos carecen de páginas… Por el suelo podrás pisar tantas, como capas tengo de piel… Y este lobo no se disfraza… ni se abriga en noches de mucho frío, se aguanta… así 

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