Decide

Debórate por dentro, desde las entrañas hasta el cerebro. Arranca tu piel a tiras y quédate en el blanco de los huesos… arranca tus ojos y tíralos al suelo, písalos sin miedo, ciego. Atraviesa tu cráneo de lado a lado con un palo… y desaparece. Ahora, en alma, intenta crearte de nuevo, intenta encontrarte en 

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